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    Brenda Caballero

    Números Rojos

    Ayer amanecimos con la noticia de que habían atentado contra el Secretario de Seguridad de la Ciudad de México, Omar García Harfuch. Muchas y muchos podríamos minimizar la noticia, pues no pertenece a “nuestra aldea”; sin embargo, es una noticia que debe preocuparnos pues nunca habíamos visto un atentado de tal magnitud por parte del crimen organizado, al grado de usar armas como la Barret calibre 50, con capacidad de perforar estructuras blindadas, de cemento y hasta derribar helicópteros. Las imágenes que circularon de la camioneta lo decían todo. Iban a matarlo.

    En el transcurso del día fueron conociéndose los detalles de la planeación, desarrollo y ejecución del atentado al Secretario, donde libró la muerte, pero fallecieron su jefe de escoltas y otro policía, además hubo daños colaterales, pues una mujer murió “por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada”.

    Eso es lo que debe de preocuparnos… lo envalentonado que anda el crimen organizado para que a cualquier hora del día, en cualquier lugar, y contra la sociedad, civil alcen sus armas y abran fuego, sin ton ni son. 

    Acciones como la de ayer en la Ciudad de México, como la desaparición de cuatro jóvenes en Guanajuato el mismo día de la detención de la familia de El Marro, la emboscada a militares de la Guardia Nacional en Michoacán, el asesinato del juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa, entre otros más, demuestran que la estrategia de seguridad implementada hasta el momento por Alfonso Durazo no está funcionando, y que debería renunciar a su cargo o virar totalmente el timón.

    Reconozco que ha sido un gran acierto el uso de la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto contra el crimen organizado. Han ido desmantelando sus estructuras financieras y congelado cuentas bancarias de personas físicas y morales con nexos al narco; sin embargo, el quitarles el dinero no es la solución, puesto que las bandas de narcos han empezado a usar la extorsión, el cobro de piso, el secuestro, el robo para hacerse llegar de recursos, no importando el monto ni la víctima, aunque digan que a los pobres no los secuestran.

    Puede sonar a chunga, pero “los abrazos, no balazos” no están funcionando, y menos funcionarán los abrazos con esta sana distancia. 

    El crimen organizado está desafiando a los Tres Poderes… sus acciones valentonas demuestran que son capaces de todo, están heridos… incluso, el periodista Raúl Rodríguez Cortés mencionaba que el atentado contra García Harfuch ya estaba planeado como un  “ataque de alto nivel” con otros tres posibles blancos: Marcelo Ebrard, Santiago Nieto y Alfonso Durazo.

    Con  atentados como el de ayer, creo que el Presidente debe reconsiderar su forma de viajar a sus giras o redoblar su seguridad, porque el narco, “que también es pueblo”, puede no ser “bueno”.

     

    @NumerosRojos_BC

    caballero_brenda@hotmail.com

     

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