Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
En su acostumbrada conferencia de prensa matutina, el pasado lunes 29 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó: “Aquí estamos y seguimos adelante. Ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso. Tenemos que lograr, entre todos los mexicanos, la transformación del país y a pesar de los pesares vamos hacia adelante con el apoyo de la gente, de los ciudadanos, de la inmensa mayoría de los mexicanos”, y anunció que este miércoles 1º de julio dará un mensaje a la nación con motivo del segundo aniversario del triunfo democrático del movimiento que encabeza. Ah, Dios, estaremos atentos, aunque creo que no dirá mucho más de lo que viene repitiendo. Pos ya son dos añitos y parece que no pasa nada en un país donde pasa todo. Antes bien, los ánimos y desánimos se enfrentan en dimes y diretes; los unos contra los otros, en tanto que la violencia, desigualdad, pobreza y etcétera, siguen creciendo. Claro que damos el voto de confianza, puesto que, como dicen por ahí, si le va bien… ¿a quién?, le va bien a México. Ajá.
Maquiavelo escribió que “la naturaleza de los pueblos es muy poco constante: resulta fácil convencerles de una cosa, pero es difícil mantenerlos convencidos”. Y también anotó: “Hay que hacer comprender a los hombres que no te ofenden si te dicen la verdad; pero cuando todo el mundo puede decírtela te falta el respeto”. Oíd, mis fans.
John Irving, en voz de uno de sus personajes de la novela El mundo según Garp, escribió: “Como dijo Garp: ‘Sólo se crece llegando al final de algo y empezando otra cosa’. Aunque los así llamados finales y comienzos sean ilusiones”. Pero somos necios, testarudos… Y para no hacerla tanto de pe…llizcadas, en el libro La sabiduría de los chistes, Alejandro Jodorowsky escribió “El diabético condenado a muerte”:
“Eran las cinco de la mañana, se despierta el condenado a muerte:
-¿Cuál es su último deseo?
-¡Un café con crema, por favor!
-¿Con cuántas cucharadas de azúcar?
-¡Con ninguna, soy diabético!
La lección que ofrece este chiste es que no vivimos verdaderamente en la realidad objetiva”.
Oíd, mis fans, como que a veces jugamos al escondite con nadie, escribiera Fernando Pessoa. Veremos qué pasa en el tercer año de gobierno federal, pa’ no hablar de los gobiernos estatal y municipales. ¿La misma gata, pero revolcada? ¿A qué santo patrón nos encomendamos?
Los días y los temas
No sé si el mundo pronto se acabe, pero cierto estoy que aún estoy vivo, luego entonces, espero no contagiarme ni siquiera de pendejez –aunque a veces me suceda-, y mirar a mi alrededor de otro modo, con las ganas de vivir y no contagiar a mis semejantes con mis estupideces –a menudo me pasa-, y dar, al menos un poquito de alegría –que es poca, pero de la buena. En fin, que tenemos que ver al mundo de otra manera y compartir lo poco que tengamos.
Mi tocayo Arthur Schopenhauer escribió: “En términos generales, es cierto que los sabios de todos los tiempos siempre han dicho lo mismo, y que los necios, o sea, la inmensa mayoría de todos los tiempos, siempre han hecho lo mismo, a saber, lo contrario, y así seguirá siendo. Por eso dice Voltaire: ‘Dejaremos este mundo tan tonto y tan malvado como lo encontramos al llegar’”.
Oíd, mis fans.
De cinismo y anexas
Empecemos por nosotros mismos, pa’ mejorar el mundo, dicen. Oliverio Girondo escribió que “la variedad de cicuta con que Sócrates se envenenó se llamaba ‘Conócete a ti mismo’”.
Pero alejémonos de la tristeza. Les dejo “Una paloma fiel”, de Alejandro Jodorowsky:
“-Usted es dueño de una fortuna inmensa, ¿no es cierto? -pregunta un periodista.
-Cierto -responde el multimillonario.
-¿Cómo logró triunfar?
-Me especialicé en la venta de palomas mensajeras.
-¡Qué interesante! ¿Cuántas ha vendido usted?
-Una sola, pero siempre regresa.”
Ahí se ven.
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