51 años del alunizaje / I

Severo Francisco Mar Morales

Banquillo Político

«¿QUIÉN SERÁ, EN UN FUTURO NO MUY LEJANO,

EL CRISTOBAL COLÓN DE ALGÚN PLANETA?

¿QUIÉN LOGRARÁ, CON MÁQUINA POTENTE,

SONDAR EL OCEANO

DEL ÉTER, Y LLEVARNOS DE LA MANO

ALLÍ DONDE LLEGARAN SOLAMENTE

LOS OSADOS ENSUEÑOS DEL POETA?»

AMADO NERVO

«PARA LOS LICENCIADOS MIGUEL ALEMAN VELASCO, RAFAEL HERNÁNDEZ VILLALPANDO,

MAURICIO CASTRO POLA, Y EL QUE ESTO ESCRIBE, DE LOS POCOS ESTUDIANTES QUE EN SU

ÉPOCA UNIVERSITARIA REALIZARON SU TESIS/ESTUDIOS SOBRE EL DERECHO AEROESPACIAL, INNOVACIÓN PARA ESOS TIEMPOS. ASIMISMO, CON APRECIO PARA MI AMIGO RODOLFO NERI VELA Y JOSÉ HERNÁNDEZ MORENO, PRIMEROS ASTRONAUTAS MEXICANOS»

El día 21 de julio del año de 1969, exactamente a las 2:56 (hora internacional UTC), el Comandante Neil A. Armstrong, nacido en Wapakoneta, Ohio el 5 de agosto de 1930, a la edad de 38 años, se convertiría en el primer ser humano en pisar suelo lunar, convirtiéndose esa imagen fotográfica, quizás en la más recordada de esa misión del Apolo 11 y una de las más enigmáticas hasta nuestros días. En ese preciso instante al pisar la luna, el astronauta Armstrong dijo una frase que a la postre se inmortalizaría por siempre: «Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad».

Por esta razón, hoy hace exactamente 51 años por vez primera, un ser humano, un individuo, una persona, un hombre, posaría su pie, dejando su huella en la luna también conocida como Selene, que corresponde al nombre de la diosa de la luna en la mitología griega. Selene es hija de los titanes Hiperión y Tea, su nombre se encuentra conectado con el término griego «selas» que significa luz, sus hermanos son Helios el dios del Sol y la diosa de la aurora Eos.

Ese hecho, por sí sólo, pasó a convertirse indudablemente en uno de los acontecimientos más significativos y relevantes de la historia de la Humanidad.

Alunizar que es un verbo intransitivo, es definido por el Diccionario de la Real Academia Española como el hecho de descender y posarse en el suelo de la Luna una astronave. También suele llamarse con el referido concepto, a una nave espacial o de un tripulante de ella: posarse en la superficie de la Luna.

La Luna es el único satélite natural de la Tierra, ubicado a 384,400 kilómetros de esta, contando con un diámetro de 3,476 km, y un giro completo alrededor de aquella cada 27,32 días.

Es digno de hacer mención que los astronautas depositaron en la Luna cientos de objetos, y aparte de la bandera norteamericana, dejaron una Placa Conmemorativa la cual tenía plasmado un mensaje en nombre de la Humanidad de ser los primeros en llegar a la misma. En ella, se podía leer lo siguiente «Aquí Hombres del Planeta Tierra, pusieron por primera vez un pie en la luna en julio de 1969. Vinimos en son de Paz representando a toda la Humanidad».

El 20 de julio de 1969 la misión espacial norteamericana Apolo 11, hizo posible la llegada de los primeros hombres a la Luna: el comandante Neil. Armstrong y el piloto Edwin F. Aldrin. El piloto Michael Collins, se ocupó de mantener el módulo principal de la nave en órbita.

Cuando el módulo Eagle aluniza, las referidas imágenes de tal acontecimiento fueron seguidas por millones de televidentes, allí pudiéramos bien decir que se perdió la capacidad de asombro, pues quien se habría de imaginar que años después, se realizaría tal proeza.

Es oportuno señalar que el C. Miguel Alemán Velasco, exgobernador de Veracruz, se tituló como licenciado en Derecho por la UNAM, con la tesis «Los Problemas Jurídicos Internacionales de Derecho Aéreo». Asimismo, hizo estudios en la Universidad de Roma, «La Sapienza» en relación al Derecho Aéreo Espacial. Por otra parte, el actual diputado Federal de Mayoría Relativa, del Distrito X con cabecera en Xalapa, Veracruz, Rafael Hernández Villalpando, también presentó su tesis sobre temas relacionados con el Espacio y la Luna. Otro colega y gran amigo del Club Britania, Mauricio Castro Pola, denominó su trabajo recepcional de grado con el nombre «Derecho Aeroespacial Cósmico», documento que sustentó gallardamente en el año de 1983, proponiendo entre otras cuestiones, la creación de un «Centro de Estudios Espaciales».

Un servidor, también expuse en Seminarios y Academias de Derecho Internacional, diversos aspectos del Derecho del Espacio Ultraterrestre, planteando en ese entonces, varias interrogantes derivadas de la obligatoriedad o no de pagar impuestos si se elaboraba determinado producto en el espacio, todo ello bajo el principio de extraterritorialidad, así también realicé  entre otros planteamientos, lo relativo a la factibilidad de  una probable existencia de cementerios espaciales, algo novedoso para esas fechas.

Permítaseme amable lector, rendir un humilde homenaje a dos personas eminencias en esta rama del derecho, me refiero al Dr. César Sepúlveda, a quien traté directamente como académico de la UNAM, gran catedrático de Derecho Internacional, quien vertió a mi persona, consejos y sugerencias en múltiples ocasiones sobre el tema de la regulación del Derecho Espacial; asimismo, al Dr. Manfred Lachs, diplomático polaco de nacimiento, excelente persona, con un trato amable, fino y cortés,  que en la década de los ochenta, lo pude conocer en viaje relámpago realizado por él a la ciudad de México, muy a pesar de las diferencias y barreras derivadas de los idiomas que hablábamos, pude entender lo que me explicaba, años después, hicimos buena amistad, y  pude seguir tratando a través de cartas mutuas, lamentablemente murió en 1993.