Destacado

    Adalberto Tejeda-Martínez

    A la memoria de Álvaro Belín, por el hueco que dejó en
    el periodismo veracruzano sobre cuestiones universitarias.

    Con la autonomía en la Universidad Veracruzana nació una jerga pomposa, confusa y a veces sucia. A los cursos, seminarios y materias se les llama «experiencias educativas», de modo que alguien no universitario se imagina eso como asistir a la más sofisticada de las sesiones espirituales.
    -¿Qué experiencia educativa inscribiste, wey? -pregunta alguien.
    -¿Wey, pues Mate 2, wey? -contesta el interlocutor.
    -¿Por qué el CT rechazó tu solicitud, wey? -pregunta otro (CT significa Consejo Técnico).
    -Porque, wey, no la avaló la junta de academias.
    -Pero si no ha habido Junta Académica.
    Lo que no saben los dialogantes es que en la UV, contra toda lógica, la junta de academias no es lo mismo que la Junta Académica.
    -Pues ve a reclamar a rectoría (rectoría no es la Rectoría, sino una loma donde están quienes deciden todo de todo en Xalapa. En las otras regiones universitarias se llama la Vice, es decir, la Vicerrectoría. El Vice, con mayúscula, es el vicerrector, con minúscula).
    En un acta de examen profesional se lee (es en serio): «el sustentante acredita la Experiencia Educativa Experiencia Recepcional», o en un documento sobre planes de estudios dice: «titular de la Experiencia Educativa Experiencia de Servicio Social», etcétera (como se ve, hay mucha experiencia).
    El nuevo modelo educativo data del año 2000, pero como un tango dice que veinte años no es nada pues sigue siendo nuevo. También le llaman MEIF (modelo educativo integral y flexible), que Manuel Martínez Morales hace años lo rebautizó como el Mofle. No es flexible porque antes de la pandemia ni a quién se le ocurriera que una EE (experiencia educativa) pudiera ser virtual, y quien lo intentara se arriesgaba al hacha voladora de la Dirección de Recursos Humanos, instancia fiscalizadora de las asistencias y desdeñosa de los resultados. Aunque el modelo tampoco en el salón de clases es integral, porque no integra sino que desintegra los horarios de las EE, y de los saberes, y de los conocimientos (que no son saberes), y de lo axiológico y de lo cognitivo, etcétera. ¿Ven que se trata de una jerga sucia? Por ser la Universidad, que sólo es para los universitarios, la élite que tiene EE ¿eh?
    Y llegaron los conversatorios, que no son invención de la UV sino de quién sabe quién en Sudamérica, pero han tenido tanto éxito que ya la RAE aceptó el terminajo, aunque debería ser conversación, pues no es lo mismo audiencia que auditorio, consulta que consultorio, dirección que directorio, glosa que glosario o micción que… es decir, que se confunde la conversación con el mingitorio.
    Y la reunión por la Web se llama webinario, que no es lo mismo que webario: reunión que se realiza no en la Web sino en la weba.

    Hacer Comentario