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    Uriel Flores Aguayo

     

    Un poco por ocio y curiosidad, otro tanto a petición de parte, pero es ineludible referirse a la coyuntura política xalapeña en vías de configurarse el panorama electoral de cara al próximo año. Por supuesto es algo secundario junto a la crisis de salud y económica que estamos viviendo pero, al final, es inevitable en tanto que se tiene que cumplir un calendario electoral y la estricta renovación del Ayuntamiento. Anoto en forma preliminar algunos rasgos a considerar para el análisis respectivo: es Morena el partido que arrancará en primer lugar en tanto vive un momento privilegiado a nivel nacional y concentra todos los niveles de gobierno y representación en este municipio; esa posición no le garantiza un triunfo que depende de varios factores. Iniciaría como puntero frágil al alcance de una o dos fuerzas políticas. Si su candidatura es decidida en el centro federal, tendrán mayores posibilidades de triunfo en tanto optarían por un perfil abierto y de alto nivel. En cambio, si dejan a los intereses locales la designación, van directo al fracaso hagan lo que hagan. Tener el gobierno Estatal y el Ayuntamiento no parece que sea una ventaja en términos proselitistas y de consensos. Tal vez sea lo contrario. Les da movilidad y recursos como corresponde al tipo de política que practican estatalmente. Quiero seguir confiando en la decencia del Ayuntamiento.
    El caso es que ya están gobernando y, por lo tanto, han podido demostrar sus capacidades. Pero más aún es que han tenido la oportunidad de ofrecer, en los hechos, sus ofertas e ideas de cambio. Tienen un escenario bastante complejo para hablarnos de transformaciones, para presentarse como algo sustancialmente distinto y mejor. Pintar bardas con obvios recursos públicos para anunciar una imaginaria y abstracta cuarta transformación no dice ni sirve para nada. La realidad los alcanzó y sus cuentas serán rendidas en las elecciones.
    Si se impone el interés local, con perfiles de auto consumo, tendrán enfrente tres problemas al menos. El primero es el de una unidad que se avisora remota dada su carencia de identidad real, espacio sin ideología y meramente pragmático, donde cualquiera supone tener méritos y no está dispuesto a esperar en la cola; es altamente posible que se fracturen y tengan fugas hacia otros partidos. Si producen la percepción de derrota, pierden. El segundo es el nivel de conocimiento de sus aspirantes más sonadas; con todo y que se les promueva a la antigua la gran pregunta de la gente será quiénes son; su bajo nivel de conocimiento ciudadano es una de las claves para restarles simpatías y votos. El tercero será el cuestionamiento sobre qué hicieron en el ejercicio de sus cargos, siendo otra de las claves, cierre del círculo virtuoso o vicioso, de sus expectativas electorales.
    He enlistado los factores que Morena tiene en sus manos, que están bajo su control y que dependen de sus determinaciones. Los puede tomar en cuenta o no, los puede aplicar en un sentido o en otro y en esas resoluciones estará condicionando sus resultados. Por lo visto en el ejercicio político de las figuras principales estatalmente creo que van a jugar con voluntarismo y torpeza; siendo así, pierden. Hay otros elementos que, en general, están fuera de su alcance y que serán motivo de su tropiezo prematuro en XALAPA: la posibilidad de una o dos amplías coaliciones que los rebasen sin mucho problema. Si tienen enfrente oposición real y competitiva son casi seguros candidatos a la derrota. Tendría que ocurrir una insólita ráfaga de lucidez, humildad, auto crítica y apertura para que no cayeran en el abismo que vienen dibujando. La verdad es que tienen muy poco que presumir y ofrecer desde los puestos que ocupan, pero menos quienes son legisladoras y han pasado con más pena que gloria en su papel de representación popular.
    Recadito: los postulados de AMLO acá son letra muerta.
    Ufa.1959@gmail.com

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