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    Inocencio Yáñez Vicencio

     

    Las conquistas siempre han existido. Cada conquistador la realiza de acuerdo a sus herramientas y métodos a su alcance. La Grecia Clásica se sustentó en el esclavismo y en el imperialismo. La Roma Antigua basó su esplendor en la esclavitud y en una despiadada conquista sobre aquellos pueblos que se resistían y que la trataban también de manera sanguinaria cuando les tocaba vencer. Como lo hizo Cartago liderado por Aníbal. Los historiadores modernos así lo describen y explican ( Edward Gibbon, Theodor Mommsen, S. I. Kovaliov…)

    Todos los grandes y pequeños imperios se construyeron a partir de conquistas. Nuestros pueblos firmaron su grandeza en la conquista. Los Aztecas levantaron su imperio no con oraciones sino utilizando la barbarie. Los pueblos ibéricos que nos conquistaron, antes de iniciar su empresa que los traería a estas tierras sufrieron más de 700 años de dominación física y espiritual de parte de los Moros. Apenas terminaban de expulsar y convertir a los » últimos » Moros en Moriscos cuando se unieron Castilla y Aragón, que patronizarían el viaje del Genovés en búsqueda de una ruta a las indias, queriendo el destino que llegaran a lo que después llamarían las Indias Occidentales. El descubrimiento el 12 de octubre de 1492, no se dio por obra de iluminados ni de meros ambiciosos. Nadie pone en duda que estas tierras ya habían sido visitadas por vikingos pero la primera empresa la realizó Cristóbal Colón, cuando ya se había alcanzado un elevado grado de desarrollo en la construcción naval, en los instrumentos de navegación y en la geografía. Los que organizaron la exploración nunca quisieron traernos enfermedades. Eso fue consecuencia de que en virtud de que nadie aceptaba cruzar el denominado mar de las tinieblas y se tenía poca certeza de retornar con vida, porque ni siquiera se sabía que la tierra era esférica o no, tuvieron que abrirse cárceles y hospitales, para completar la tripulación. Respetables historiadores mexicanos se enfrascaron no hace mucho debatiendo si fue un encuentro de civilizaciones o conquista. Cualquier postura que se adopte debe hacerse profundizando en este acontecimiento para no crear más confusión. Lo cierto es que mientras los ingleses exterminaron a los pueblos originarios ahí donde pudieron, los españoles se integraron. Parto de que nadie hubiera querido que hubiera conquista, pero esa la sufrieron los ingleses, los españoles, los romanos…

    Nuestra independencia no la teorizaron ni la dirigieron los naturales. La concibieron y la consiguieron los criollos apoyados en nuestros pueblos originarios, mientras que en las colonias inglesas la independencia le llevaron a cabo los colonos, los que habían exterminado a los nativos. Es bueno tener memoria histórica, no para anclarse en el pasado sino para no cometer los mismos errores y menos para que esas etapas de dominación nos las quieran poner de referente o modelos de convivencia como una vez el candidato del PAN a la presidencia de la República José González Torres, diría » el vínculo fortísimo de la religión puede llevarnos a una Edad Media Americana», no queda otra más que recordarles las atrocidades y oscurantismos de ese superado pasado, que solamente sus beneficiarios pueden invocarlo y adoptarlo como bandera. Evidentemente quienes hoy creen que con un perdón pueden resarcirse los daños que causaron las conquistas buscan con sus implicaciones abrir frentes para gastar fuerzas que debemos emplear no contra quienes se fundieron con nosotros sino contra una dominación presente y que no por menos visible deja de saquear nuestras riquezas y matar a nuestros compatriotas, repito, con el agravante de que es aquí y ahora y que no podemos enfrentar solos, por lo que es un craso error andar buscando camorra con quienes pueden ser nuestros aliados en la la lucha que estamos emplazados a librar contra el imperialismo norteamericano, si queremos seguir existiendo como nación independiente, por lo menos en el plano formal. Decía Don Jesús Reyes Heroles: no te puedes pelear con todos y menos a la vez. No estoy de acuerdo de que la política es el arte de lo posible, pero creo que no perdemos nada si la tenemos en cuenta, sobre todo cerrándole la puerta al oportunismo.

    En un discurso que le escuché pronunciar a Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara que, hoy los imperios no conquistan con balas y cañones, por lo menos en la mayoría de los casos sino controlando nuestra materias primas, explotado la mano de obra con bajos salarios, manipulado los precios, pero sobre todo con la extracción que realizan a través de una una deuda externa, que impusieron por medio de préstamos atados , que ahora es impagable. En verdad creí que un gobierno que se decía de izquierda la iba utilizar para negociar los chantajes de aranceles, braceros, muros… para finalmente plantear una postura realista, por lo menos. Si queremos pagarla pero para poderlo hacer necesitamos veinte años de gracia para poder crecer y poder pagarla. Pero no. Primero porque para plantear esto necesitamos estar unidos para hacerlo con fuerza y hacer en grupo, un grupo de países. Ni una ni otra cosa. AMLO al interior divide y al exterior se pelea con sus potenciales aliados.
    Nuestro pueblo sufre de desnutrición, hambre, enfermedades y muertes prematuras por una deuda externa que se lleva más de lo que nuestros connacionales envían por concepto de remesas y es hora que un gobierno que de hizo pasar como de izquierda, en lugar de por lo menos poner el tema sobre la mesa, va se humilla y se ofrece como segunda frontera de los Estados Unidos y para acabarla se pelea con quienes pueden ayudarnos a vencer la conquista imperialista, que pareciera que a los morenistas no les importa y nos quieren distraer con con nostalgias y robos de medicinas, que más parece otra de sus argucias, para que no pensemos ni en los fideicomisos ni en sus chocolateras.

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