Brenda Caballero
Números Rojos
Fue hasta este domingo que tuve oportunidad de ver el documental de Netflix denominado “Las Tres Muertes de Marisela Escobedo” dirigido por Carlos Pérez Osorio y Laura Woldenberg, como productora ejecutiva.
No es mi intención contarles en esta columna el documental, mejor les invito a que lo vean. Sin embargo, muchos y muchas recordamos la lucha incansable de una madre que fue asesinada a las puertas del Palacio de Gobierno durante el primer año de mandato de César Duarte, buscando justicia tras el asesinato de su hija Rubí.
Desde el mismo documental se menciona como una historia de amor… sí, es verdad, pero con un alto contenido de deficiencias en la procuración de justicia, violencia, crimen organizado, impunidad, corrupción y que exhibe a un estado que no brinda protección a las mujeres que sufren violencia y que siguen siendo violentadas al exigir justicia.
Diez años han pasado, pero parece que seguimos igual… el documental es la historia del feminicidio que no cesa, pues todos los días tenemos Mariselas exigiendo justicia.
Al finalizar, el documental menciona datos que nos deben preocupar y ocupar, como el que 10 mujeres son asesinadas cada día en el país, y el 97 por ciento de los casos quedan impunes.
Cita el Documental que en 2019 fue presentada una demanda contra el Estado Mexicano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para determinar si tiene responsabilidad por el caso de Rubí y Marisela.
La misma Marisela viajó a la capital del país y esperaba ser recibida por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa, sin embargo, no fue atendida. Igual trato recibió de César Duarte, quien de mala gana la mandó con el Fiscal del Estado, pues hacía demasiada presión en su primer año de gobierno.
Las Tres Muertes de Marisela Escobedo me recordaron aquel largometraje del 2008, “Presunto Culpable”, donde nos mostraron el mismo sistema judicial fallido, donde un joven es juzgado de un homicidio que no cometió, pero que gracias a dos jóvenes abogados, el caso es reabierto y él logra su libertad.
Pero Marisela no pudo ver que la Justicia se aplicara en el asesino de su hija, a pesar de ser ella misma la que investigara, gestionara, indagara y buscara los restos de Rubí. Da vergüenza saber que mes y medio tardó para que le recibieran la denuncia por la desaparición de Rubí, ni porque estuviera al frente de la Procuración de Justicia una mujer. Y qué decir que ella misma buscó y casi entregó al asesino de su hija para que dos jueces y una jueza lo absolvieran por unanimidad. Razón urgente para revisar y analizar el Sistema Penal Acusatorio.
El documental llega en un momento crucial para el país, cuando las mujeres siguen siendo asesinadas y a nadie parece importarle; cuando hay indignación por cuadros y monumentos pintados; cuando se ha disminuido el presupuesto para atender la violencia y prevenirla.
Por lo pronto Las Tres Muertes de Marisela Escobedo ya está disponible en 190 países y en 30 idiomas. Ojalá y nuestra sociedad se sensibilice ante una creciente violencia feminicida.
@NumerosRojos_BC
caballero_brenda@hotmail.com
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