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    Maricarmen García Elías

    Animalia

    Por la Casa Blanca han desfilado varios animales acompañando a los mandatarios por ejemplo, el primer presidente de EE UU, George Washington, tuvo más de una decena de caballos y 12 perros. No es ningún secreto que el país del norte sea uno de los más avanzados en leyes y programas de protección animal a nivel mundial; si bien, como en todos los países, se presentan actos de crueldad hacia los animales, Estados Unidos aplica la ley con mano dura, se rigen bajo un sistema estricto e incorruptible y los casos de maltrato animal no son la excepción, se castiga sí o sí a los maltratadores después de encontrarles culpables.
    Tan presentes están los animales en la cultura norteamericana que políticos, actores y personajes con gran influencia pública se fotografían habitualmente con sus mascotas, los llevan al trabajo y en el caso de los presidentes éstos los llevan a vivir a la Casa Blanca durante su periodo de gobierno; de hecho existe un Museo de Mascotas Presidenciales, a través de la web de este museo se sabe que Thomas Jefferson, el tercer mandatario del país, tuvo dos cachorros de oso y un ruiseñor. Zachary Taylor, que apenas pasó 16 meses, entre 1849 y 1850, en el poder adoptó a Apollo, un poni usado antes en un circo.
    Un cocodrilo también vivió en la residencia presidencial con John Quincy Adams (presidente de 1825 a 1829), al que mantenía encerrado en uno de los baños. Un loro fue mascota de Andrew Jackson (1829-1837); dos perros lobos, de John Tyler (1841-1845); y una vaca, de William H. Harrison (1841). Abraham Lincoln fue sin duda el más animalero de todos pues fue amo de varios perros y gatos, ponis, conejos blancos, cabras y del pavo Jack, al que había indultado.
    A principios del siglo XX, Theodore Roosevelt tuvo un gallo cojo, serpientes y cobayas. Calvin Coolidge, un mapache que le habían enviado vivo a la Casa Blanca días antes de la cena de Acción de Gracias y que el mandatario terminó rescatando. Además de un gato, un canario, un periquito, un conejo y varios caballos, ponis y hámsteres, John F. Kennedy otro animalero, adoptó varios perros, entre ellos uno mestizo que le había regalado el primer mandatario soviético, Nikita Jrushchov.
    Con Donald Trump se rompió esta tradición animalista pues los últimos animales en vivir en la Casa Blanca fueron los dos perros de agua portugueses de Barack Obama, Bo y Sunny. Sin embargo con el triunfo de Joe Biden llegarán de nuevo los animales a la Casa Blanca, en esta ocasión Major (Comandante) de 2 años y Champ (Campeón) de 12 años, dos perros pastor alemán, uno de ellos adoptado por él y su hija de un refugio de animales. En varias ocasiones se le vio a Champ con el ahora presidente electo, trabajando al lado de su amo cuando éste era parte del gabinete de Obama así que no le serán desconocidas las instalación es de la Casa Blanca y el movimiento político al que ya está acostumbrado; estos perros incluso ya cuentan con redes sociales con miles de seguidores. Esto es un mensaje muy positivo para el resto de las naciones en cuanto el respeto y trato ético hacia los animales. gaem80@gmail.com

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