Ser alcaldesa, peligroso en Veracruz

Brenda Caballero

Números Rojos

Veracruz es un estado inseguro para las mujeres. Así lo demuestran las estadísticas oficiales y de los colectivos feministas que día a día acumulan cifras de mujeres violentadas, asesinadas y desaparecidas.

De nada ha servido la Estrategia de Coordinación Estatal Cero Tolerancia a la Violencia Contra Las Mujeres y las Niñas en Veracruz implementada desde el inicio del sexenio del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, si las cifras no cesan. Incluso debería revisarse, modificarse y llamar a comparecer a sus responsables porque aunque no se quiera aceptar, hay responsables de las políticas públicas de protección hacia las mujeres y sus derechos.

Lamento decirlo pero las mujeres no estamos seguras en la calle, en el trabajo ni en nuestra casa. No importa quien seas. Si eres ama de casa o alcaldesa. Así lo demuestra el caso de  Florisel Ríos Delfín, Presidenta Municipal de Jamapa, Veracruz, a quien el pasado 11 de noviembre un comando armado la fue a sacar de su propia casa, para después asesinarla y arrojarla a la vía pública. Posterior a eso, se ha hecho lo peor que se le puede hacer a una mujer asesinada: Criminalizarla. Únicamente faltó que se le acusara de cómo vestía. ¿Recuerda el hastag #SiMeMatan?

Pero el asesinato de Florisel se une al de Maricela Vallejo Orea, presidenta Municipal de Mixtla de Altamirano,Veracruz, asesinada el 24 de abril de 2019. Ella había dado un discurso sobre la violencia que viven las mujeres en su municipio en la presentación de la Estrategia de Coordinación Estatal Cero Tolerancia a la Violencia Contra Las Mujeres y las Niñas en Veracruz.

¿Pero que tienen en común Florisel y Maricela? Previamente ambas alcaldesas en funciones habían denunciado en audios, amenazas sin que recibieran protección.

De acuerdo a un trabajo de investigación realizado por Isaías Campo Gaona para la Revista Alcaldes de México, en lo que va del sexenio, nueve munícipes en funciones han sido asesinados en nuestro país. 

Alarma  la violencia política que sufren hombres y mujeres y más cuando tenemos en puerta un proceso electoral en el estado y en el país, que se encuentra muy polarizado. Sin embargo, considero muy preocupante que de los nueve ediles, cuatro sean mujeres y dos de ellas correspondan a Veracruz. Es decir, el 50 por ciento de las alcaldesas asesinadas pertenecen a esta entidad, por lo que de acuerdo a la muestra estadística, podemos decir que actualmente ser alcaldesa en funciones en el estado de Veracruz es muy peligroso con un riesgo mayor a ser asesinada que en el resto del país. 

La misma Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC) elaboró un mapa en donde identificó a Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz como las entidades más riesgosas para ser Alcalde.

Con esta columna no trato de ser alarmista, sino realista y que las autoridades prioricen también las políticas públicas de protección hacia las mujeres que son representantes populares, pues el pasado 12 de abril, Catalina Montalvo Tentzohua, de 48 años, agente municipal de Ixhuatlancillo, Veracruz, fue asesinada con dispararos a quemarropa; mientras que el 14 de abril, María del Carmen Hernández Teodoro, regidora única de Texcatepec, Veracruz, fue asesinada a balazos en un camino de terracería.

Asimismo, es un llamado a los partidos políticos a que soliciten la debida protección para sus militantes hombres y especialmente mujeres. 

También a los representantes populares para que exijan la comparecencia de todas las autoridades competentes en la protección de la mujer, y que no sólo simulen ni usen su presupuesto para causas diferentes a lo que fue etiquetado.

Alcemos la voz pues mañana cualquiera de nosotras puede ser una estadística más.

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