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    Inocencio Yáñez Vicencio

    Cuanto infamias dejarían de perpetrarse contra el Bien Común si tan sólo volteáramos hacia la historia y aprendiéramos de los aciertos y los errores de quienes pusieron la cosa pública por encima de todo, incluso de lo que más querían, sobre a todo ahora que vemos cómo llegan personajes al gobierno desesperados por convertir en privado lo común y en los partidos, en lugar de promover a la militancia, reparten las candidaturas pluris y de mayoría entre sus hijos e hijas, hermanos, esposas, primos, parientes y corifeos. Como bien sabemos, Roma se funda en el 754-53. De la leyenda de su fundación, lo único que es cotejable es que su fundador Rómulo es registrado como el primer rey,quien establece el Senado y organiza las primeras curias. Después le siguen: Numa Pompilio, Tulio Hostilio, Anco Marcio, Tarquino Prisco, llamado el Antiguo, Servio Tulio y Tarquino el Soberbio.
    En el 510 para algunos o en el 507 antes de Cristo, para Catón y Polibio, se funda la República, después de un tumulto que provoca, según la leyenda, la violación de Lucrecia por Sexto Tarquino, hijo del rey, que deriva en el suicidio de la ofendida y que al ser llevada sangrando a la Plaza por su esposo Lucio T. Colatino y Junio Bruto, da lugar a la rebelión popular que acaba con la monarquía y en su lugar edifican la República con dos cónsules: Junio Bruto y Lucio T. Colatino. Lo primero que destaca es que Junio Bruto en lugar de aceptar ser elegido es que opta por un régimen con un poder compartido que va a conformar un sistema caracterizado por el equilibrio y su mayor acto republicano lo lleva a cabo cuando se presenta un atentado contra la República , que pretende el restablecimiento de la la monarquía, donde aparecen sus hijos involucrados y Junio Bruto, toma la decisión de ejecutarlos, sabiendo que de no hacerlo se derrumba la forma de gobierno que había fundado.
    Hoy que se encubren las sinvergüenzadas de Pio, Elba Ester, Napo, Bartlet, Zoe, Ackerman y esposa, mucho les haría bien en quien sacrificó lo que más quería por el bien de la República. Junio Bruto, era sobrino del rey, pero para vivir en la casa Real y no levantar sospechas se hizo pasar por loco, para ejecutar su plan revolucionario. No le importó degradarse y ser humillado, consciente de que lo hacía por el bien de la Ciudad, pero por si eso no fuera suficiente, ya como Cónsul, al descubrir el complot contra la República, donde participaban sus hijos, tuvo que sacrificarlos, para que no se arruinara la nueva organización pública.
    Dice Maquiavelo que no existe nadie tan prudente ni tan sabio como Junio Bruto. Pudo engañar al rey pero no se dejó engañar por sus hijos. Es indiscutible que sus acciones contaron con la aceptación del pueblo y que sirvieron para creer en la cosa pública y en quienes la dirigían.
    Marco Bruto, que acabó con César en el 44 antes de Cristo y no obstante que el Conquistador de las Galias había concentrado en su persona todas las magistraturas y puede ser visto el Salvador de la República, se enfrenta al descrédito porque a quien, elimina es a un héroe y que tenía el apoyo de las masas. Al consumar su crimen huye, porque no se sabe vencedor y comete el gran error de dejar con vida a Antonio. Su huida al Capitolio se debe a temer un levantamiento popular. Después comete otro gran error al permitir que sus enemigos publiquen el testamento de César que es favorable al pueblo.
    Nunca vio los vínculos de la plebe con el Dictador y el odio que le dispensaban aquellos con quienes quería aliarse. Desconocer el juego de las fuerzas implicadas lo llevan a un suicidio político.
    La acción de Marco Bruto, llevan a comprender que no se puede engañar a todos con la bandera del Bien Común, porque tarde o temprano quedan descubiertas las ambiciones personales que se quieren ocultar con una bandera que no se adopta de manera sincera, por muy atrayente que sea al principio.
    Finalmente la República romana cayó porque no facilitaba la expansión territorial ni la toma de decisiones rápidas y de una organización con pretensiones de dominar al mundo que en ese tiempo se conocía.
    Creo que es mucho lo que nos pueden enseñar ese par de Brutos a hacer y a no hacer, por algo la obra más importante de Maquiavelo está apoyada en esa parte tan rica de la historia.
    Urge rescatar las coordenadas principales del espiritu republicano. En primer lugar poner por delante del interés particular el interés común. No hay República sin republicanos. El individualismo lleva a que quien arribe al gobierno, lo primero en que piensa es en llenarse los bolsillos. Tan mal andamos que para salvarnos creemos que llamando a los formados en la ganancia y los negocios privados estamos libres de corrupción.
    La libertad verdadera no está en un Estado abstencionista sino en un Estado que nos libre de toda dominación. El gobierno mixto que Polibio propuso es republicano porque su equilibrio lo basa en la pluralidad, en contrapesos, en la división de poderes, la educación cívica y política debe ser el eje del nuevo ciudadano, el gobierno de las leyes en lugar del gobierno de los hombres debe ser una realidad, la ley para que sea válida debe ser expresión del pueblo, pero para ello es necesario que las discutan los interesados antes de votarse, que las propiedades de mando y obediencia retornen de las personas a las instituciones para someternos a la ley y no a las personas.
    La República no sólo está nutrida de Brutus. También está nutrida de valores libertarios, igualitarios y de prácticas sustentadas en la prudencia y el equilibrio de poderes.

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