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    Brenda Caballero
    Números Rojos

    Muy delgada y con la sonrisa que la caracteriza siempre, la veo entrar al café. Con esta nueva normalidad, titubeamos en el saludo… al final lo hacemos. “Ya me dieron de alta”, me dice. No puede evitar la felicidad de haber vencido al Covid. Es Ruth Callejas Roldán.
    No sabe exactamente cómo contrajo el virus, aunque todo indica que fue una persona que fue a apoyarle en su casa. “Fue a principios de noviembre; me estaba recuperando de una cirugía que tenía pendiente cuando empecé con síntomas”. Ella y la señora que le ayuda se contagiaron. De inmediato se aisló en el segundo piso de su domicilio para evitar contagiar a sus hijos Santiago y Valentina, quienes al final, únicamente tuvieron una leve gripa. “Me comunicaba con ellos por videollamada… fue muy difícil”.
    “Mi familia quería ir a visitarme, estar conmigo. Mis amigos y conocidos me mandaban todo tipo de medicamentos y tratamientos… perdí el olor”. Luego comprendieron que tenía que estar aislada. “Siempre seguí las indicaciones del doctor, aunque sí me hice té de cebolla, y tomé todo lo que pudiera ayudar a mi sistema inmunológico. Mi madre me mandó hasta los tanques de oxígeno que usó mi padre antes de morir”.
    Le digo que la veo bastante recuperada, ¡Y cómo no! si en plena enfermedad la invitan a ser candidata a diputada local. «Seguramente la noticia hizo que te recuperaras más rápido, te subió las defensas», le digo. «¡Desde luego!», responde feliz.
    No puedo evitar el recuento de los partidos a nivel estatal y federal, ¿PRI, PAN, PRD…? al final le pregunto si va por Redes Sociales Progresistas, pues actualmente desempeña un cargo en el Comité Ejecutivo Nacional del SNTE.
    –No, es Movimiento Ciudadano, quien irá solo, sin alianzas. Mi ideología siempre ha sido hacia la izquierda– responde.
    “Muchos no lo saben, pero conozco a Dante Delgado Rannauro desde que era niña. Como mi mamá trabajaba, muchas veces me pasaba a dejar a Casa Veracruz con Teresita. En la noche pasaba a recogerme. Incluso, cuando estuvo preso, yo pedí a mi madre me llevara a verlo. ¿Cómo hacer que le permitieran el acceso a una niña de 7 años? No lo sé, pero lo pude ver”.
    Hay otras cosas que no saben de Ruth, como el apodo de “La Madrastra”, o que se fue a vivir un tiempo a Estados Unidos con su hermano Pedro. Como el dinero no alcanzaba, «trabajé cuidando niños, paseando perros y hasta de payaso”…
    –¿De payaso?– Le cuestiono.

    –Sí, ¡una vez me gané 200 dólares! ¡pagaban bien! ¡Mira! me volví a poner el traje hace poco– me dice, mientras me enseña una foto en su celular… está con sus dos hijos. «¿Te los llevarás a la campaña?», le pregunto. “¡Claro!, mis hijos como la nariz, ¡por delante!»
    De repente le cambia la cara, frunce el ceño… “Me acaba de llegar una notificación de nómina del ejercicio 2019 de la SEV, ¡Qué raro! ¡tengo licencia sin goce de sueldo desde hace dos años! Tendré que ir a preguntar”.
    ¿Por qué el apodo de la madrastra? Su cara vuelve a la normalidad y ríe: “Dicen que regaño a todo el mundo… mi papá (Juan Nicolás Callejas Arroyo) me decía así… ¡que parecía la madrastra de todos!»
    Coincide con Dante Delgado Rannauro en garantizar el derecho a decidir una muerte digna. “Quiero un Veracruz mejor. Es necesario que las mujeres no seamos posición únicamente en municipios o distritos perdedores. Veo el Congreso y no hay ningún diputado o diputada que interceda y represente a los maestros”.

    Ruth piensa que es necesario un frente de mujeres sin colores ni siglas, pues las que actualmente están en puestos de elección popular responden únicamente a sus intereses y no a las de sus representados.

    Nos despedimos… hay camino que recorrer. Tiene en claro que las otras veces a ella le tocó hacer ganar a los demás. Hoy, las circunstancias la ponen del otro lado.

     

    @NumerosRojos_BC
    caballero_brenda@hotmail.com

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