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    Mariana Dunyaska García Rojas *

    México recordara el 2020 como uno de los más complejos y difíciles que hemos tenido que afrontar como nación, y el prospecto para 2021 no parece demasiado alentador, tanto desde el panorama local como mundial. Frente a esta serie de complicaciones, México, como cualquier otra nación, requería de un liderazgo sólido que tomara las decisiones adecuadas, con un gabinete preparado, que estuviera dispuesto a utilizar su capital político para tomar decisiones certeras que permitieran salir de manera adecuada de la grave crisis sanitaria provocada por el SARS-COVID19. En los hechos, lamentablemente, ha quedado claro que el interés de quien se ostenta como Ejecutivo Federal, nunca fue enfrentar la pandemia, sino mitigar los efectos políticos que estos pudieran tener en su persona rumbo a 2021. Por ello su determinación de que los siervos de la nación tomen el control de la vacunación.
    No nos engañemos, desde el momento en el que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, su mira ha estado en la acumulación de poder y los recursos públicos por todos los medios a su alcance, y uno de estos son obviamente las elecciones intermedias que le permitirían ratificar su dominio imperante de la Cámara de Diputados, cuya LXIV Legislatura, en la que represento a la ciudadanía del Distrito XII de Veracruz, ha quedado lamentablemente convertida en una oficialía de partes, dispuesta a solapar la ocurrencia de la semana del Presidente de cualquier manera posible. Por ello se empecina en violar la ley electoral con la emisión de su mañanera, que es un espectáculo matutino en el que el presidente busca tener el reflector de manera permanente, sin informar; solo continúa con su doble discurso y sin dar resultados.
    Ejemplos de estos sobran. desde la llamada Ley Taibo que permitió el nombramiento Paco Ignacio Taibo II en el Fondo de Cultura Económica, hasta la más reciente deliberación que terminó con la desaparición de fideicomisos. ¿Bajo que argumentos técnicos se eliminó esta importante figura que aportaba recursos a la cultura, lucha por la igualdad, el arte, protección del medio ambiente, etc…? ¿Qué pruebas se aportaron para una decisión? Ninguna, ya que la deliberación que nos tocó vivir la Honorable Cámara de Diputados fue una combinación de demagogia y argumentos falaces, que adjudicaban corrupción sin pruebas y beatificaban al personaje que se ostenta en el Ejecutivo Federal como un cuasi “mesías”, que con su sola llegada a su puesto, podría disponer y saber de todo para resolver cada uno de los problemas que achacan a la población.
    Este desaseo legislativo ha tenido como característica, aparte de la abyección y la demagogia, la falta de deliberación en los temas trascendentales. Iniciativas del talante de la Reforma al Poder Judicial de la Federación han sido pasadas y discutidas de manera expedita, sin dar espacio a refinar los componentes que conforman estas Reformas, lo que ha sido especialmente marcado en la Cámara de Diputados, donde en más de una ocasión se han regresado las iniciativas que se envían al Senado, quienes tienen que dar revés a los elementos más prejuiciosos que son aprobados sin la mínima discusión, ya sea por orden de parte del Presidente o por simple prepotencia del grupo mayoritario.
    Ante esta situación pareciera que la decisión lógica de cualquier oposición sería enfocarse al siguiente proceso electoral, buscando un mayor balance de poderes. Esto es necesario y esencial, y con el anuncio de “Va Por México” como alianza para los comicios, el prospecto de recuperar la pluralidad democrática en el país es alto, pero no podemos dar por perdida la batalla los legisladores que seguimos trabajando en esta complicada legislatura.
    La ciudadanía nos exige dar la batalla de manera constante, con los argumentos, números y datos que revelen la falta de planeación y de capacidad que impera actualmente en el Poder Legislativo.
    Legislar por México es un honor que me ha llenado tanto desde la Cámara de Diputados de Veracruz, como en las dos ocasiones que he podido fungir como legisladora Federal, y seguiré haciéndolo en este tercer año de labores que cierra la primera mitad del sexenio, ya que, sin importar las situaciones contraproducentes que enfrentamos como nación y los constantes ataques a nuestra democracia, los Legisladores de Acción Nacional seguiremos dando la batalla en los temas sensibles que afectan a la ciudadanía.

    * Mariana Dunyaska García Rojas, diputada federal por el Distrito XII de Veracruz

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