Sergio González Levet
Sin tacto
Ese número es la cifra mágica de sufragios que consiguió el candidato más votado en Veracruz durante los comicios del pasado 6 de junio.
Corresponde al aspirante a la presidencia municipal de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, y es también histórica y digna de un récord Guinnes porque nadie en la capital obtuvo jamás esa cantidad.
Hasta el pasado domingo 6, Elízabeth Morales presumía los casi 100 mil votos que consiguió en 2010, que la mantuvieron en la cima de este indicador.
Por cierto, esos 100 mil votos le costaron caro a la primera alcaldesa elegida directamente en Xalapa, pues Javier Duarte nunca le perdonó que hubiera tenido tantos sufragios a su favor, cuando él perdió en el municipio la elección a Gobernador, que sin embargo ganó a nivel estatal.
Pero Ricardo Ahued logró un resultado que sobrepasa lo social y lo político y se convierte en un tema sociológico.
Resulta hasta paradójico que los capitalinos se hayan volcado de tal manera a favor del candidato de Morena, cuando el actual presidente municipal, Hipólito Rodríguez, anda por los suelos en la aceptación popular, por su ineficiencia como funcionario y su soberbia en el trato con el pueblo bueno y honesto.
Los votos multitudinarios a favor de Ahued se explican por la figura pública que ha sabido mantener en sus puestos de elección. Fue un buen alcalde y un diputado local y federal que hizo múltiples gestiones en favor de sus representados. Cómo Senador, también obtuvo una copiosa votación a nivel estatal, y no descuidó la atención de sus paisanos.
Es sin duda el rey del voto en el estado.
Pero lo que más ha aportado a la popularidad del empresario xalapeño es su don de gentes, su trato amable y directo, que se aúnan a su congruencia entre el decir y el hacer.
No faltan quienes ya están viendo en Ahued a un probable candidato a la gubernatura en 2024, pero él se ha adelantado a decir que su única preocupación es hacer una buena administración municipal y mejorar la calidad de vida se los otrora atenienses.
Poner orden en la desaseada administración municipal, arreglar la ciudad, mejorar la relación con los habitantes y hacer las obras de vialidad que se necesitan con urgencia son asuntos que tomarán su atención total cuando llegue al frente de la comuna.
No se piensa que Ricardo Ahued vaya a perder su tiempo en sueños guajiros, porque tiene enfrente una hazaña por realizar, y ésta es de gran envergadura.
¿Entienden?
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