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    Trabajadores de Sesver en la capital veracruzana, oficinas ubicadas cerca del Cerro de Macuiltépetl, se quejan amargamente de que en muchas de sus áreas se filtra el agua de lluvia, sobre todo en las áreas de un solo piso. Al parecer, en los techos se va acumulando el agua hasta que termina por filtrarse, y temen por el equipo de cómputo o en el peor de los casos, un accidente por algún corto circuito que repercuta en los empleados.

    El temor se extiende al grado de que no descartan el riesgo de que se desplome el techo. Aunque ya han dado aviso a sus jefes inmediatos de las condiciones en que se encuentran trabajando, éstos, por temor u omisión, no han reportado a los superiores, por temor a echarles a perder los festejos de las pasadas elecciones… mientras, esperan que los sueños húmedos del doctor Ramos Alor no acaben en enuresis nocturna.