Maricarmen García Elías
Animalia
Ni bien acaban de pasar la celebración de Todos Santos o Día de Muertos en México cuando ya se empiezan a observar en casas y comercios de distintas ciudades de la República decoraciones navideñas , ambas épocas son para muchos las más bonitas y preciadas de todo el año.
El Día de Muertos trae consigo toda una tradición ancestral representativa de la cultura mexicana, sólo México es capaz de celebrar con tal colorido, sabor y magia un día que representa nostalgia y recuerdos. La Navidad también es una fecha a la que nuestro México le ha puesto su particular sello reuniendo a las familias como solo los mexicanos sabemos hacerlo, desde las rebosantes cenas navideñas y el recalentado de Año Nuevo pasando por la deliciosa rosca de reyes con chocolate hasta los tamales de la Candelaria en Febrero es cuando le paramos a las fiestas.
Acerca de Navidad un distintivo es el rico olor del arbolito ¿A quién no le gusta?, es la delicia de los pequeños poner arbolito en familia a mediados de Noviembre, colocar las esferas les da enorme diversión mientras toman un sabroso ponche calientito y redactan la carta de Santa Claus.
Hace unos días platicaba con mis alumnos más pequeños de este tema y me decía una nena que le encanta ir a cortar el árbol con su papá, que siempre escogen el más grande y que impregna toda la casa de un “olor a Navidad” le pregunté qué hacen con él después de usarlo -digamos ya por Febrero – ella me respondió: “lo tiramos en alguna carretera o camino vacío.”
Una labor que se les aplaude a los ayuntamientos del país entero es que en la última década han estado haciendo fuertes campañas de reciclaje de estos árboles para que no acaben como desecho en lotes baldíos o la propia basura, por más que digan los comerciantes que tener un árbol natural no atenta contra el medio ambiente y que es totalmente sustentable, da mucha tristeza que los corten y unos pocos meses después verlos en la basura como algo insignificante.
Es importante decidir esta Navidad si usted usará un árbol natural o artificial. En lo particular y aprendiéndole a mi papá llevo más de 10 años con mi hermoso árbol artificial blanco simulando que está nevando y cada Navidad parece nuevo, todo mundo me lo chulea cuando lo ven adornado y con sus lucecitas también recicladas, este árbol además me recuerda mucho al que siempre tuvimos en mi infancia. Al final de las fechas festivas lo lavo y guardo en su caja. El resto de la decoración, las tradiciones familiares, los jingles o villancicos, el hornear panqués de frutos secos y preparar el café con vainilla y canela durante todo el mes le da al hogar un toque verdaderamente navideño en el que no necesitamos en absoluto depredar los bosques para tener un árbol natural.
De hecho en Noviembre de 2010 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) puso en vigor la NOM-EM 158 durante siete meses por la cantidad de plagas que traían árboles naturales importados a México y que dañaron el ecosistema. Con el tiempo algunos protocolos y manejos de estos árboles han mejorado sin embargo es cuestión de gusto pero sobre todo de ética y responsabilidad social qué elegir. Por supuesto tampoco se necesita tronar cohetes que lastiman el oído de personas y de animales en estas fechas para divertirse en grande o regalar mascotas que cuando crezcan acabaran en la calle sin esterilizar aumentando aún más el número de animales callejeros. Que estas navidades sean felices para todos y especialmente que las personas actúen con ética y den buenos ejemplos a sus hijos.