Ignacio Alvarez
Pluma Negra
Desde la Secretaría de Organización del CEN del Partido Verde, Javier Herrera Borunda y el dirigente estatal, Carlos Marcelo Ruiz Sánchez apretaron tuercas a los alcaldes, síndicos y regidores que gracias a la nomenclatura Verde, tendrán acceso al poder municipal a partir de 1 de enero, para que mantener la cohesión de la militancia y hacer respetar la autonomía del quinto partido más votado en Veracruz.
Los líderes verdes apelaron a los valores morales de lealtad y fidelidad, sobre todo por las dificultades y antecedentes preliminares a las alianzas y negociaciones para la postulación de candidatos individuales y en mancuerna; periodos en los que el CEN y la dirigencia estatal se fajaron para alcanzar un alto porcentaje de candidaturas con militantes de historia verde y ciudadanos comprometieron correspondencia con el partido.
A 50 días de su toma de protesta, los ediles tienen enfrente tentaciones de sobra que en su propia voz consideran una falta de respeto, por eso en la encerrona con su dirigencia cerraron filas y comprometieron lealtad a las siglas partidistas que los llevaron a la representación social que ostentarán.
Y es que el PVEM se ha convertido en un factor electoral de respeto y de temor para los llamados partidos grandes; pues en 10 años, creció de un alcalde y tres regidores a casi 100 ediles. En la elección de junio pasado la dirigencia de Marcelo Ruiz multiplicó su propio récord del penúltimo proceso; de 15 alcaldes y 28 regidores subió a 31 alcaldes, 28 síndicos y 48 regidurías, además de cuatro diputadas y diputados federales y dos diputadas locales.
En esa condición, la dirigencia nacional y estatal del Partido Verde, les dejaron claro a sus alcaldes, síndicos y regidores que sí hay alianza con el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y también con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y que debe existir interlocución permanente para beneficio de los municipios en los que gobernarán, pero se debe conservar la autonomía y el respeto partidista.
Negociaciones azules
La incondicional senadora plurinominal Indira Rosales pidió licencia a la Camara Alta para participar en la fórmula a la dirigencia estatal del PAN en Veracruz, su suplente Fabiola Vázquez Saut asumió la titularidad y al mismo tiempo se abrió del PAN para integrarse al grupo parlamentario de MORENA.
La inconcebible acción tienes dos lecturas; una traición al PAN y al grupo de Miguel Angel Yunes Linares o una negociación política para proteger al jefe del clan que desde hace tres años se mantiene fuera de los reflectores públicos por sus presuntas diferencias con el grupo político en el poder.
En cualquiera de los escenarios, la senadora suplente, ahora en funciones, es un factor de protagonismo político que revive la vigencia de su apellido y que en breve revelará el motivo de su decisión y no precisamente con palabras.