Sergio González Levet
Sin tacto
Hoy en Xalapa habrá una reunión de priistas que parece interesante.
En el Casino Español ubicado en pleno centro histórico, se juntarán los viejitos de la Corriente Crítica veracruzana con el «grupo dirigente de la Plataforma para la Refundación del PRI».
(Un poeta amigo, dueño de un humor fino aunque macabro, recomendaba que se hiciera la junta lo más temprano posible «no sea que algunos de los integrantes, por su avanzada edad, no vayan a llegar vivos, si es más tarde»).
Bueno, los que lleguen con aliento estarán por la mañana con priistas que enarbolan este grupo refundador desde la Ciudad de México.
Todo hace indicar que quien encabeza la asociación y el esfuerzo es Fernando Lerdo de Tejada, que ha sido diputado federal y local priista, siempre priista, y se le recuerda como Procurador General del Consumidor y Director General de Comunicación Social en la presidencia de Ernesto Zedillo.
Con él estarán por acá la muy querida xalapeña Rebecca Arenas Martínez y Margarita Sánchez Gavito, Adolfo Toledo Infanzón y Jarmila Olmedo Dobrovolny. Todos ellos son y han sido distinguidos miembros del Revolucionario Institucional.
Ambos grupos trabajarán con diligencia en el tema de la necesaria refundación del partido y luego comerán con premura para esperar, a los postres y a las 4 de la tarde, a los chicos de los medios, a quienes ofrecerán, además del pastelito, una conferencia de prensa.
Este grupo representa a un impulso emergente que se propone cambiar las cosas en el PRI actual y es obvio que sus integrantes no están muy contentos con la actuación de Alito Moreno y su grupo.
Vienen duro contra la dirigencia nacional, y eso se notará seguramente en sus declaraciones.
Como muchos otros priistas de cepa y con amor a su partido, estos militantes de antaño se dieron cuenta de la urgencia que tiene el tricolor de transformarse, para sobrevivir a esta época aciaga, en que está reducido a su mínima expresión.
El PNR inicial que fundó Plutarco Elías Calles en 1929 se convirtió en Partido de la Revolución Mexicana y terminó por llamarse Partido Revolucionario Institucional. Así que un nuevo cambio de nombre y que se refundara implicaría la Tercera Transformación para el partido que gobernó 77 años el país, prácticamente todo el siglo XX, a partir de que la Revolución se bajó del caballo.
Escribía hace algunos días en este espacio que el priismo veracruzano es un animal enorme que espera en el letargo a despertar o a resucitar como un ave fénix. Lo mismo se puede decir de él a nivel nacional.
El dinosaurio aún es capaz de dar coletazos de amplio abolengo por su larga experiencia y su tradición.
Las fuerzas internas se están moviendo y la galleta está alborotada.
Veremos qué dicen hoy éstos.
sglevet@gmail.com