Sergio González Levet
Sin tacto
La foto con sendas hamburguesas clásicas de Sanborns adelante de Carlos Slim Helú, Olga Sánchez Cordero y Sergio Gutiérrez Luna circuló profusamente en Veracruz y en la Ciudad de México, para enojo del subgrupo morenista que está al frente del Gobierno estatal.
No obstante la ira inconmensurable de los cuitlahuistas y sus nada efectivas estrategias para contener y si es posible borrar al Presidente de la mesa directiva del Congreso de la Unión, el diputado oriundo de Minatitlán sigue acrecentando su presencia en toda la entidad y acelera su relación creciente con liderazgos y grupos de representación veracruzanos, los mismos que han sido olvidados por el Gobernador porque, como dice del propio SGL, no los conoce.
Si Cuitláhuac fuera un poco más inteligente de lo que lo sea (como para qué) ya hubiera solicitado los servicios de Miguel Luna para que le manejara su por hoy muy deteriorada imagen. Pensaba yo poner aquí que el mandatario debía pedir al Director de Comunicación del Congreso de la Unión que asesorara a su homólogo local, el inútil que tiene cobrando cada quincena un sueldo que no devenga de ninguna manera, pero este individuo no tiene remedio. Sólo queda en su caso prescindir de sus servicios lo más rápidamente posible, para que no siga haciendo daño a la difusión oficial y a la relación con la prensa estatal.
Bueno, de regreso al tema que importa, puedo decir aquí que el famoso desayuno del Presidente de la Cámara de Diputados y la Presidenta de la Cámara de Senadores se promovió desde la oficina del primero, que fue quien estableció la relación con el poderoso empresario que en un momento fue el hombre más rico del planeta.
Doña Olga, ya se sabe, fue un florero en Gobernación y es una maceta en la Cámara alta; una maceta que no pasará del corredor (aunque se haga cada día más rica con sus abultados ingresos mensuales como magistrada jubilada, notaria y senadora).
La pretendida táctica de información de los cuitlistas consistió en la «genialidad» de tratar de hacer parecer a Gutiérrez Luna como un colado en una reunión en la que realmente fue el protagonista.
Quienes estuvieron ahí, cuentan que Sergio Gutiérrez hizo gala de su capacidad política y su indudable manejo de las relaciones públicas. Logró llama la atención del empresario para temas que tienen que ver con Veracruz, en donde Slim mantiene cuantiosas inversiones, sin que nadie del Gobierno estatal haya intentado siquiera acercarse a él.
El problema que tiene Cuitláhuac y que padecen igualmente sus cercanos, es que no saben y no pueden hacer lo que sí hace el diputado Gutiérrez Luna. Por eso les come el mandado.
Y por eso tan grotescas campañas en su contra, en las que campean la mentira y la falta de imaginación.
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