Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) se encuentra en entredicho. Desde hace algún tiempo se han señalado presuntas irregularidades cometidas desde adentro para “limpiar” las cuentas públicas de ex presidentes municipales.
En septiembre de 2021, en la columna titulada “¿Qué sucede en el ORFIS?”, escribí: “Desde hace meses, el diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso del Estado, Juan Javier Gómez Cazarín había denunciado que las observaciones a las cuentas públicas de los ayuntamientos desaparecían´ por
arte de magia´. En su declaración expuso: `parece inverosímil que un municipio aparezca con una observación de siete u ocho millones de pesos y, de repente, aparece por arte de magia, apareció la obra y apareció todo´”.
En esa columna, planteaba las siguientes preguntas: “¿Será verdad que cuando los presidentes municipales acuden al ORFIS para tratar de solventar las observaciones, les recomiendan contratar a un despacho en particular, además de dar entre el cinco y diez por ciento del monto total a comprobar?”.
“¿Qué saben de todo esto el Director General de Asuntos Jurídicos, Felipe de Jesús Marín Carreón y Tomás Antonio Bustos Mendoza, Auditor Especial de Fiscalización a Cuentas Públicas?”.
En ese mismo texto agregué: “El diputado había exhortado a la auditora general del ente autónomo a llevar a cabo una revisión´ de sus colaboradores.
Se tienen que hacer cambios abajo´, manifestó en su momento Juan Javier Gómez Cazarín y advirtió: `si tienen que seguir cayendo cabezas así será´”.
“Incluso, durante su visita al municipio de Córdoba, el legislador aseguró que existen empleados del Órgano de Fiscalización Superior que ganan 25 mil pesos y tienen automóviles de más de 700 mil pesos”.
Este domingo, el periodista Ricardo Chúa Agama en su columna “Sale y Vale” da detalles de esta situación: “A diversos municipios llegaron buscando a los ex alcaldes, personajes que se decían cercanos al diputado local Luis Arturo Santiago Martínez y la oficina de Delia González, para hacerles ver de que había posibilidades´ de que si
repartían lo ganado´ en sus 4 años de presidentes municipales… Sus últimas cuentas podrían salir limpias y sin problema alguno”.
El columnista porteño agrega: “En la última reunión que tuvieron en el recinto legislativo, fue el propio presidente de la JUCOPO, Juan Javier Gómez Cazarín, quien interrumpió la sesión donde estaba presente Delia González y Luis Arturo Santiago… Donde quedaron evidenciados estas anomalías y posibles casos de corrupción. La mayoría de los diputados locales de MORENA… Están más que molestos con el actuar de su compañero Luis Arturo Santiago, de quien no dicen nada agradable… Y se comenta que, además, este personaje ha estado a punto de agarrarse a golpes con otro diputado local de Tantoyuca, Roberto San Román Solana, porque Santiago le ha `limpiado´ las cuentas públicas a todos los alcaldes de su distrito”.
El asunto ha escalado y podría involucrar a más personajes que afectarían la administración estatal que encabeza el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien mantiene su discurso de combate a la corrupción y de que no son iguales.
Lo que sucede en el ORFIS, aunque es un “ente autónomo”, podría afectar el proyecto de la llamada Cuarta Transformación.
De no resolverse el problema de raíz, podría generar una bola de nieve que más adelante difícilmente se detendría y más, cuando el ambiente político-electoral se encuentra agitado por la sucesión gubernamental.
Ya se verá si se toman cartas en el asunto y se procede contra los presuntos responsables, pues a personajes como el diputado y presidente de la Jucopo, Juan Javier Gómez Cazarín, no le conviene que su imagen se vea afectada en el futuro inmediato.
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