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    Enrique Yasser Pompeyo

    Mesa de Redacción 

    La balacera que se registró la tarde de este lunes en la ciudad de Orizaba y que duró casi dos horas, tumba el discurso de las autoridades federales y estatales de la autodenominada cuarta transformación en el sentido de que la seguridad cada día mejora en Veracruz y en el país.

    Aunque se pretenda informar que los presuntos delincuentes fueron detenidos, en redes sociales circularon videos en los cuales, supuestamente, los criminales pretendían entregarse.

    No obstante, este nuevo hecho violento, considerado casi extraordinario en el también Pueblo Mágico de la zona centro, muestra, una vez más, la falta de acciones de prevención por parte de las autoridades estatales para evitar que se llegue a estas situaciones.

    Tampoco se observa por ningún lado el trabajo de inteligencia que tanto intentan presumir en el gobierno que encabeza Cuitláhuac García Jiménez.

    Los videos que circularon casi de manera inmediata en las redes sociales mostraron el terror de los ciudadanos, de los estudiantes, de los padres y las madres de familia. 

    Los habitantes que caminaban por las calles al momento del enfrentamiento corrieron despavoridos para protegerse.

    Los comercios bajaron sus cortinas; incluso, los automovilistas se bajaron de sus unidades ante el miedo de que una bala los alcanzara.

    Además, en esa misma región, una gasolinera se incendió en el municipio de Fortín, aunque otra versión indica que fue supuestamente de manera intencional.

    Incluso, un tráiler también se incendió en la autopista, en el tramo de la comunidad de Buena Vista, municipio de Ixtaczoquitlán. Demasiada coincidencia.

    A pesar de que una versión establece que se debió a un cortocircuito, hay otras que señalan que la unidad fue atravesada en la carretera e incendiada por presuntos delincuentes para evitar el paso de las corporaciones de seguridad hacia Orizaba. Queda la duda.

    Tras estos hechos violentos y muchos otros sangrientos que han ocurrido en la presente administración estatal, ¿quién le cree a Cuitláhuac García Jiménez?

    No faltará alguien que, con este suceso, intente justificar que la Guardia Nacional esté bajo el control de la Secretaría de la Defensa Nacional.

    Seguramente saldrán unos cuantos políticos de la 4T a señalar que, por estos casos, era necesario y urgente que el Ejército tuviera el control de dicha corporación.

    Sin embargo, lo que se observa, por enésima ocasión, es la falta de acciones de inteligencia para que no ocurran este tipo de situaciones.

    A casi cuatro años del inicio de la administración estatal y a casi dos de que concluya, en Veracruz continúan los crímenes, los feminicidios, las extorsiones, las ejecuciones, las balaceras y un largo etcétera; un fracaso en materia de seguridad.

    enriquepompeyo@hotmail.com