Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez insiste en mantenerse encerrado en su burbuja. Se niega a aceptar la inseguridad y la violencia que se vive en el territorio estatal.
Lo peor de todo es que se olvida de las familias veracruzanas, de aquellas que han perdido a un ser querido, a una hija, a un hijo, a un padre, a una madre, a un familiar.
Acusa que los opositores a su gobierno quieren desvirtuar los “logros” en materia de seguridad.
Sin embargo, Cuitláhuac García Jiménez, al igual que el secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos, se sale por la tangente y dice que los índices de algunos delitos en Veracruz son menores que en otras entidades. ¡Vaya alivio!
En la conferencia de prensa a la citó este martes por la tarde, acusó: “en los últimos días se han lanzado a desvirtuar los logros de este gobierno en materia de seguridad, por ejemplo, haciéndose eco de algunos medios, sobre todo de radio, querer dar otra idea falsa; hablan de violencia y homicidios, pero omiten el contexto e ignoran el dato fundamental de la disminución radical de este delito en lo que va del año”.
Y aquí viene su declaración, en la cual, él sí politiza el tema de seguridad: “no hacen referencia de la reducción en este delito en los dos últimos meses y ni siquiera comparan el nivel de homicidios de estados con mucha menor población, pero que son gobernados por el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano, como Guanajuato, Estado de México o Jalisco”.
La declaración del mandatario veracruzano recuerda a la de Patrocinio Cisneros, quien, al ser cuestionado sobre los hechos violentos en diferentes municipios, respondió: “¿por qué no me preguntan de los 18 muertos que hubo en Guanajuato?”.
La respuesta para el gobernador es la misma. A los veracruzanos les preocupa lo que sucede en Veracruz, lo que les afecta y daña a sus familias.
Cuitláhuac García Jiménez también señaló: “y no es que nos justifiquemos, la comparación con aquellos estados es para exhibir la hipocresía con que pretenden atacarnos los voceros de esos partidos y la intención de ocultar la información de uno que otro aplaudidor y que antes hacían odas a los gobiernos que nos antecedieron”.
Al gobernador lo que debe preocuparle es lo que sucede en Veracruz y no en otras entidades. Además, los hechos delincuenciales no se pueden ocultar.
Con las nuevas tecnologías de la información y las benditas redes sociales se muestran, todos los días, los crímenes, balaceras, feminicidios y demás hechos violentos que Cuitláhuac García Jiménez se niega a reconocer.
Las cifras que presenta, dice, son del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, pero omite decir que esos datos son proporcionados por la propia Fiscalía General del Estado, instancia responsable de la veracidad de la información.
Como se sabe, diferentes sectores como los colectivos de familiares de desaparecidos, los colegios y barras de abogados, asociaciones civiles y muchos otros, han cuestionado el actuar, la transparencia y la legalidad con la que se conducen en el supuesto ente autónomo.
La postura del gobernador no podía ser diferente. Tenía que defender a la fiscal, a la autodenominada cuarta transformación y decir que todo marcha bien en Veracruz, aunque con ello decepcione a los veracruzanos que creyeron en ellos.
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