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    Es una pesadilla, ¿o me equivoco?

    Fernando Hernández Fernández

    Acabo de despertar de un largo y profundo letargo. El cansancio me obligó a prácticamente pasar mucho tiempo en la cama. Por algún modo decirlo, me desconecté del mundo. En ese lapso tuve un sueño. Parecía muy real. Déjeme le cuento.
    Estaba yo en Boca del Río. Caminaba en el perímetro del estadio Luis de la Fuente. Me dirigía al Instituto Veracruzano del Deporte. Supongo iba a hacer una entrevista, porque traía mi grabadora en la mano derecha. Al llegar a la puerta del edificio de repente mis oídos comenzaron a oír una conocida canción: “Háganle una rueda a Juana, porque ya empezó a bailar, esa morena cubana después será pa’sudar”.
    Al momento, no entendí nadita de lo que sucedía. Me quedé en el lobby a la espera del guardia de seguridad para que me diera razón de lo que pasaba. El ambiente de fiesta era enorme. Poca gente relacionada al deporte entraba y salía, inclusive, el gimnasio lateral estaba semivacío.
    Pasaron los minutos y más música. Ahora sonaba: “Bailaaaaando, todos cumbiarengue, ya estamos, muy conteeeentos y alegres. Bailando, pasando toda la noche, moviendo el ritmo atol de elote”.
    No podía dar crédito a lo que escuchaba. Primero “Juana la Cubana”. Luego, “Atol de Elote”. Pues de qué se trababa. No esperé más y subí a buscar a José Luis Izquierdo Bustamante en su oficina de director.
    ¡Dios! ¡Qué impresión! El Zurdo no estaba en su escritorio. Mi boca quedó más que abierta. Ahí estaba… ¡Roberto Bueno! En plena sesión para la apertura de Olimpiada Estatal con Los Flamers. Se ponían de acuerdo al ritmo de la música.
    No todo acababa ahí. A la derecha del asiento se veía una notoria panza. Sólo alcancé a escuchar: “Sí, allá nos vemuuuuuuuus”. No, no podía ser cierto. Eso ya no era un sueño. No sé si pesadilla, pero un sueño no era. Lector, el dueño de ese voluminoso abdomen era ¡Joe de Lara! Con todo y gorra. Él era el principal asesor en la junta.
    Salí de la oficina y corrí, corrí, corrí, corrí y más corrí. Parecía un túnel lleno de oscuridad el que me rodeaba. Sólo escuchaba carcajadas, como si me señalaran. Y la música aumentaba, era prácticamente todo el disco del Gran Reventón volumen cinco de los Flamers.
    En ese momento desperté. Pensé: “Ufff, sólo fue un sueño”. Mi madre estaba sentada en la orilla de la cama con cara de susto. Según me dijo, sudaba mucho y hablaba incoherencias. La tranquilicé y más o menos le conté mi sueño. Sólo me respondió: “No fue un sueño”. Me levanté de inmediato, un poco modorro, y me enseñó el periódico que sostenía en su mano derecha.
    Una nota firmada por AVC Noticias decía que Roberto Bueno era el nuevo director del Instituto Veracruzano del Deporte y que Joe de Lara sonaba para fungir como asesor. La reacción no la puedo narrar porque no la recuerdo al 100 por ciento. Los esbozos en mi mente sólo señalaron algo de que “Bazar del Hogar regresa. Ahora se hará en el IVD”. Ojalá hayan sido erróneas las premoniciones.
    Sólo me queda decir que El Flamer Mayor la lleva bien difícil. José Luis Izquierdo le dejó un paquetote. Imagínate lector, si el anterior dirigente postró a la entidad en noveno sitio de la Olimpiada Nacional, cambió muchas caras negativas que había y lo premiaron con “la renuncia”. No quiero pensar en qué le pasará al nuevo jefe si cae en el ranking y su equipo destruye lo hecho. Si eso sucede, fácil lo destierran del estado.
    Hasta la vista.

    pollo_viper@yahoo.com.mx

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