Bernardo Gutiérrez Parra
Desde el Café
Por enésima ocasión el presidente López Obrador estuvo en Veracruz y por enésima ocasión llegó con las manos vacías. “No nos trajo ni una reata para que nos ahorquemos”. ¿A qué vino? A supervisar la implementación del Plan Nacional de Salud IMSS-Bienestar. Es decir, vino a pasear.
Desde Coatzacoalcos dijo que los trabajadores del IMSS-Bienestar serán basificados y recibirán un aumento salarial, lo que es una buena noticia siempre y cuando la cumpla. Cuando empezó la pandemia prometió que los médicos y enfermeras contratados para auxiliar en el combate al coronavirus tendrían trabajo de planta, pero meses después los corrieron.
Hablando para la grada aseguró que hay presupuesto para adquirir medicamentos y varias cejas se levantaron porque las medicinas se han convertido en una grave y cínica mentira. Si hay presupuesto para adquirirlas ¿por qué hay desabasto desde el 2019?
Ese año indicó: “A los que les preocupa el desbasto les decimos que ya se va a resolver”. Semanas después agregó que de ser necesario se crearía una distribuidora de medicamentos para garantizar el abasto hasta en los lugares más apartados. “¿Cómo es posible que no podamos nosotros llevar las medicinas si llega la Coca Cola y llegan las Sabritas?”
En 2020 declaró: “Estamos buscando solucionar en definitiva lo del abasto de medicamentos”. En 2021: “Creo que para la semana próxima ya tendremos compradas todas las medicinas”. Y días después aseguró: “Las medicinas no van a faltar o me dejo de llamar Andrés Manuel”.
También anunció que hay dinero para comprar equipo médico y contratar más especialistas, más médicos y más enfermeras.
“Y saben, lo vamos a lograr, me canso ganso. No sé cómo, pero ya estamos buscando médicos y especialistas de otros países y a los de aquí vamos a aumentarles los sueldos. Buscar la forma, pero resolver el problema porque también necesitamos atención médica las 24 horas, los siete días de la semana”.
En efecto, no sabe cómo, ni idea tiene sobre la contratación de médicos extranjeros, a menos que sean cubanos. Y eso de que los andan buscando es puro cuento.
Ningún médico francés, italiano, argentino, chileno o costarricense (por poner unos ejemplos) dejará su país donde goza de buen sueldo, envidiables prestaciones y la protección del Estado, para aventurarse en cualquier comunidad mexicana carente de lo más indispensable pero sobrada de delincuentes.
En el IMSS de Coatzacoalcos López Obrador puso en marcha el programa Médicos y Medicinas Gratuitas, lo que es un contrasentido. Hasta donde sé lector, tanto el IMSS como el ISSSTE y los hospitales regionales ofrecen atención y medicinas gratuitas desde su fundación. La diferencia es que ahora lo único gratuito es la atención médica porque las medicinas las tienen que comprar los pacientes de su bolsillo. Esto nos da la certeza de que en efecto la 4T no es como los de antes; no son iguales.
Andrés Manuel lleva más de tres años engañando criminalmente a la población con un abasto de medicamentos que está lejos de materializarse. Pero sigue repitiendo la mentira.
El problema del desabasto él lo creo, porque antes de que llegara al poder mal que bien pero había medicinas. Otro problema que creó se llama Cuitláhuac García, al que volvió a darle oxígeno.
“Cuitláhuac es nuestro hermano (¡Órale!). Yo los felicito… Ya ven cómo son los publicistas ¿no? ‘Oye le falta carisma, enseña la mazorca’, pero lo más importante de todo, es un hombre honesto y eso era lo que necesitaba mi estado de Veracruz”.
Futa… si ya es una tragedia nacional el desabasto de medicamentos que sigue cobrando vidas, no quiero imaginar lo conmocionados que estarán mis paisanos al saber que Cuitláhuac es su hermano.
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