Destacado

    Julio Vallejo
    La línea delgada entre mi opinión y la tuya

    Un requinto, tres guitarras y un ramo de rosas rojas se dejaba ver en medio de la fría noche de aquel callejón, solo ese queso gigante nos iluminaba el balcón de su ventana. Estábamos rascándole los bigotes al gato, hacíamos brincar el arroz de ese par de maracas, todos en plena armonía y en tono de sol mayor, uníamos las voces para entonar esa hermosa canción que a la letra dice:

    “Recuerdo aquella vez, que yo te conocí, recuerdo aquella tarde, pero no recuerdo, ni cómo te vi. Pero si te diré, que yo me enamoré de esos tus lindos ojos, que no olvidaré”.

    Cuando de repente por esa ventana tétrica, sale una voz aguardientosa y dice: ¡amigos muy linda canción, pero creo que se confundieron de casa!; todos juntos como notas musicales volteamos a ver al amigo Nájera, el sólo afirmó con la cabeza y dijo aquí es, síganle, pues ya encarrerado el gato ching..e su madre el ratón. No acabábamos de decir el último verso, cuando de repente salió el dueño de la voz con pistola en mano y dijo, ¡ustedes no entendieron!

    Fue ahí en ese preciso momento, donde pensamos que no le gustó la canción y nos fuimos.

    Ya para calmar un poco el susto dentro de la Chevrolet Suburban entonábamos: Eres la gema que Dios, convirtiera en mujer, para bien de mi vida, por eso quiero cantar y gritar que te quiero Mujer consentida. Nombre que canciones, que letra y que consentida estaba la mujer, sí esa que mi amigo quería conquistar.

    Diversidad sin sentido y un respiro de la realidad. Atentamente “la chaviza”.

    Yendo en mí camioneta por la autopista, donde el sol radiante pegaba sobre aquellos campos dorados de sorgo, empiezo a sintonizar alguna radio difusora, en la cual en una de las estaciones empiezo a escuchar.

    “Ey, Ey, tú no ere bebecita, Tú ere bebesota, Frikitona, ma,se te nota, le gustan los trio, cuando está en la nota, si el novio no sirve, de una lo bota y wa oh, mami, dime donde dejo el resumen.

    No aguanté más y cambié de estación; Pero cuando chingan gritan todas por iguales, quiere que la lleve pa, medallo, quiere que la monte en carros del año, que la coja, a la otra que la apriete y a las otras dos les dé juntas en el baño.

    Mis oídos puros y castos; ya no aguantaron más de esto y apague el radio.

    No importaba ya el dolor de cabeza, al final ya no era tan tortuoso el escuchar semejante letras de canciones “modernas”. ¡Aun que les confesaré que el ritmo no estaba tan mal!

    Lo extravagante.

    Sin duda alguna, tenemos que acoplarnos a los nuevos tiempos, respetar todos los géneros musicales y no estigmatizar a los diferentes target. Es decir; los que escuchan Banda ya son narcos, si escuchan reggae te gusta la mota, si bailas reggaetón ya eres mal visto. Y así, con los diferentes géneros.

    Está bien decirlo, no todo lo que tiene que ver con la música es malo, ya que la música contribuye con exposiciones; digamos que el rock gracias a las descargas de energía dota de sangre al cerebro, la música clásica contribuye a optimizar los procesos de aprendizaje, etc.

    Haciendo una pequeña reflexión, lo importante es bailarla así como Merlina; donde se pasa los brazos por su cabeza, luego en forma de tocar el piano con los brazos a medio pecho y una expresión donde no refleja nada en su rostro, pero al final lo disfrutaba de una manera tan elegante.

    Te aconsejo que nunca apagues la música que llevas dentro y que nunca le dejes en la frecuencia de amargado; por eso, ponte a bailar y a cantar sin importar donde estés, ni con quien estés, ni mucho menos te debe de importar como lo hagas. A menos que salga otra vez el señor de la pistola.

    Por último: ¿crees que las letras de las canciones influyan en el actuar de las personas? O tú qué opinas.