Manolo Victorio
Carpe Diem
La sucesión veracruzana sigue a pie juntillas un guion preestablecido.
Actores y actrices morenos se alinean para presentar dos ternas equitativas hacia el camino de las encuestas, no se han dado a conocer encuestadoras espejo a la encuesta madre de Morena ni el universo de la muestra, que deberán descorrer un misterio develado a priori al 30 de octubre respecto a las preferencias políticas dirigidas a quien contenderá por buscar el bastón de mando que dejará Cuitláhuac García Jiménez.
Hasta el bloque opositor es predecible en torno a quienes buscarán encabezar el enclenque Frente Amplio por Veracruz, cuyas cabezas visibles son el senador panista Julen Rementería del Puerto, quien a sabiendas de las muchas desventajas que enfrentará al interior de su partido, del bloque PAN-PRI-PRD y de los adversarios en el terreno del proselitismo si resulta vencedor del proceso interno, sólo quiere colgar en su sala de estar, como palmarés político, el diploma que lo acredite en la genealogía familiar como contendiente de una candidatura opositora hacia el gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.
Sería solamente un documento para la egoteca personal. Nada más.
Le seguiría un trasnochado, acartonado y austero de imagen pública, José Yunes Zorrilla como el menos erosionado en el prestigio de un partido que lo ha perdido todo, hasta la dignidad competitiva, que buscará salvar el naufragio total, la extinción de facto en la elección del domingo 2 de junio del 2024.
José Yunes Zorrilla sabe en su fuero interno que el tiempo para ser gobernador se le agotó ante la tibieza de no tomar decisiones al evitar confrontarse con Fidel Herrera Beltrán para imponer el localismo como carta sucesoria el 4 de julio del 2010, fecha en la que fue electo el enfant terrible Javier Duarte de Ochoa.
La política es circunstancia. Este factor juega en contra de Pepe Yunes Zorrilla, quien no ha dado un golpe de timón para saltar hacia posiciones de poder afuera de la parcela peroteña, hacerlo en tiempo adversos de un priismo en vías de extinción sería una hombrada.
La interpretación hermenéutica de la opinocracia veracruzana ve como una coalición entre un ala del panismo veracruzano y el Partido Revolucionario Institucional, la fotografía tomada a Miguel Ángel Yunes Linares junto al alcalde priísta de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos.
Aparejado al mensaje de una posible alianza azul con un hombre fuerte en las altas montaña, va también la connotación semiológica respecto a que el ex gobernador veracruzano no es un pájaro de cuenta, ni debe jurídicamente nada a la cuatrote, por tanto, exhibe, publicita y se jacta de sus andanzas públicas bajo el axioma de lo que no está estrictamente prohibido está tácitamente permitido.
Pese a las elucubraciones mentales de algunos fanáticos cuatroteístas, Miguel Ángel Yunes Linares goza de cabal salud política.
Y su fotografía con Juan Manuel Diez Francos es un mensaje. En política no hay casualidades ni actos fortuitos o espontáneos.
Un dique más para el senador Julen Rementería del Puerto.
En la fiesta interminable, en la borrachera continua del Movimiento de Regeneración Nacional, donde sus cuadros base y su cúpula dirigente piensan que el poder será eterno gracias a la tómbola armada por Andrés Manuel López Obrador en el sembrado de la bandera de la cuatrote, las cosas marchan en línea vertical, nada se mueve sin el consentimiento del inquilino de Palacio Nacional.
Los morenos andan embarbascados, todos quieren entrar a la tómbola de la encuesta que abrirá la red para contener a quienes se registren el miércoles 27 y jueves 28 de septiembre, hacia el proceso de las encuestas de reconocimiento, un colador que filtrará el chiquitaje, el ripio o chancaste que dejará al final dos ternas: dos mujeres y dos hombres. Dos fórmulas que se reducirán, bajo la preferencia encuestada, medida de simpatizantes y militantes encuestados a pie de casa, para dar pie al ganador o ganadora.
La misma película que vimos en el proceso interno de Morena hacia el bastón de mando que entregó AMLO a Sheinbaum en una ceremonia cronicada desde el inicio de los tiempos sucesorios hasta el hartazgo
Aquí todo está trazado para que sea la poderosa titular de la Secretaría de Energía Rocío Nahle García sea la candidata oficial de la alianza Morena-PVEM-PT al gobierno sucesorio de Cuitláhuac García Jiménez.
El método de selección sólo es un paso proselitista de fijación de imagen pública de una decisión tomada de antemano. La estructura del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez trabaja desde el principio para sacar la candidatura; por lógica obligada, el triunfo el domingo 2 de junio del 2024, de la zacatecana avecindada en Veracruz.
La oriundez será el estoque que blandirá la oposición en el intento de arrebatarle votos a la coalición partidista donde Morena será tractor que jale los votos de los programas sociales como los terrones que abrirán los surcos para la victoria de Rocío Nahle García.
No se escribe de mutuo propio. Lo dicen las proyecciones, las encuestas, sondeos y demás herramientas que predicen el futuro político inmediato.
Antes de las inscripciones, la pródiga sabana mangenta parece encogerse en la formula hacia el Senado, donde se enlista a Manuel Rafael Huerta Ladrón de Guevara como cabeza de formula, con una mujer como compañera de recorrido proselitista.
Los enterados que se mueven en los pasillos del poder morenista sostienen que Cuitláhuac García Jiménez levantó la mano para acomodar en esa posición a la joven Dorheny García Cayetano, secretaria de Trabajo, Previsión Social y Productividad del Gobierno del Estado de Veracruz.
La cuestión es que el maestro Zenyazen Escobar García acaba de postear que se inscribirá en la encuesta de Morena hacia la gubernatura; pero si la equidad de genero lo rasura, buscará la casilla del Senador de la República.
Como diría el clásico de la salsa: no hay cama pa´tanta gente.
El chiste es lanzar flechas a la luna en busca de un premio de consolación.
Las semanas venideras será de calentura pre electoral entre las huestes morenistas.
La tómbola es amplia.
La suerte es finita.
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