Bernardo Gutiérrez Parra
Desde el Café
Este jueves por la mañana, un grupo de manifestantes que bloqueaban la carretera Perote-Puebla a la altura de la comunidad de Totalco, fueron violentamente reprimidos por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública.
Los manifestantes pedían que se retiren las empresas que están afectando el medio ambiente en sus comunidades y las están dejando sin agua. De hecho llevan semanas si el vital líquido.
De acuerdo con testigos. los manifestantes se encontraban dialogando con autoridades federales cuando llegaron policías de la SSP y se les fueron encima. Hubo jaloneos, gritos, golpes y disparos, con un saldo de tres muertos, uno de ellos menor de edad. Y varios heridos, entre los que se encuentran tres policías.
Como siempre sucede en estos casos, hubo un apresurado deslinde de responsabilidades y el primer deslindado fue el alcalde de Perote, Delfino Ortega, quien declaró que la mayoría de los manifestantes pertenecen a comunidades de Puebla. “Sólo hay dos personas de la comunidad de la Gloria y diez o doce de la comunidad de Totalco”, indicó. Y puede que tenga razón, pero los muertos son de Totalco.
El otro deslinde fue de la SSP. Mediante un boletín, la Secretaría de Gobierno dijo que sus muchachos tuvieron que disparar porque los pobladores de Totalco “amenazaron con lincharlos”.
Eso sí, tanto el alcalde peroteño como la Secretaría de Gobierno, hicieron un exhorto a las partes en conflicto para privilegiar el diálogo por encima de la violencia.
Es decir, puro choro porque la Fiscalía estatal no tiene la menor intención de investigar el caso. La carpeta se archivará y las víctimas se irán al cajón del olvido.
Ignoro si a la hora que estés leyendo esto lector, el gobernador Cuitláhuac García se haya pronunciado al respecto. Pero de hacerlo, ¿qué puede decir que no haya dicho antes? Que hubo provocadores durante el bloqueo; que fueron éstos los que agredieron a los policías; que los policías solo se defendieron.
Lo cierto es que la tónica de este gobierno ha sido la de privilegiar el garrotazo por encima del diálogo. Y ejemplos los hay por cientos. Rogelio Franco Castán, José Manuel del Río Virgen, Viridiana Breton y los acusados de “ultrajes a la autoridad” son apenas una muestra.
Cuitláhuac García que como luchador social sufrió golpes, vejaciones, persecución y cárcel, terminó convertido ya como gobernador en funciones, en más represor que sus represores.
Pero aparte de represor e inepto es un consumado mentiroso.
La declaración de emergencia humanitaria por la desaparición de miles de personas que emitió el primer día de su gobierno, fue su primer gran cuento; la primera de sus mentiras como gobernador.
En noviembre del 2023 la académica de la Universidad Veracruzana, Mayra Ledesma Arronte, dijo a la periodista Eirinet Gómez que la cifra de desaparecidos en el gobierno de Cuitláhuac ya rebasaba a la de los gobiernos de Fidel Herrera, Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes Linares.
“No se pueden seguir llenando la boca diciendo que se atiende como nunca antes (el problema de los desaparecidos). Cuitláhuac García está por terminar su periodo y el cumplimiento de la Declaratoria de Programa Emergente en materia de Desaparición de Personas, no se ha cumplido ni en un 30 por ciento”, dijo Mayra a quien hay que darle la razón
Apoyada en información de la Comisión Nacional de Personas Desaparecidas, la investigadora dijo a la periodista que mientras en el sexenio de Fidel Herrera se reportaron 266 personas desaparecidas, en el de Javier Duarte fueron 2 mil 311 y en el bienio de Miguel Ángel Yunes fueron 849, con Cuitláhuac García la cifra se fue para arriba. Hasta el 30 de mayo del 2023 se tenían reportadas como desaparecidas a 2 mil 340 personas.
Y la ineptitud de este gobierno para salvaguardar la seguridad de los veracruzanos se hace más patente con los secuestros.
De acuerdo con la organización Alto al Secuestro, de diciembre del 2018 a abril de este año se han registrado en la entidad 1,035 secuestros lo que la pone en primer lugar nivel nacional. Arriba del Estado de México que ocupa el segundo con 985 y la Ciudad de México que tiene registrados 445 y ocupa el tercer lugar.
Y ya ni para qué hablar de los feminicidios y de los robos con violencia porque los datos enojan, frustran y provocan impotencia a una sociedad que tiene la “dicha” (López Obrador, dixit) de tener un gobernador como Cuitláhuac García, tan incapaz como irresponsable.
Ah, porque el señor será muy inepto, pero salió bueno para el deslinde.
Cada desaparición, secuestro, feminicidio e infanticidio; cada robo con violencia, cada ataque sexual a una mujer, cada ser humano desmembrado son consecuencia de “las malas políticas de los gobiernos anteriores”.
Cuitláhuac no tiene la culpa de nada. Son los de atrás los que le dejaron el tiradero y son los de atrás los causantes de la violencia, la inseguridad, la pobreza, el desabasto de medicamentos, el robo al erario cometido por los actuales funcionarios y de todas las calamidades que los veracruzanos han padecido en su gobierno.
Por eso reitero, que no te extrañe lector si cuando hable de la tragedia ocurrida este jueves en Totalco, diga que se debió a provocadores enviados por los conservadores. Esos a los que moleta la paz y tranquilidad que se vive “como nunca” en Veracruz.
bernardogup@hotmail.com