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    Fanny Yépez

    La Columna

    Vemos de soslayo y apatía  la información que surge sobre casos de dengue, y no reaccionamos sobre los fallecimientos que han provocado en el país y en el estado de Veracruz. Sin embargo, la población no está haciendo nada para detener el avance del mosquito trasmisor.

    Es necesario reiterar que el dengue se trasmite cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego va y pica a otras personas, lo que hace que se traspase esa enfermedad. El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.    

    Los casos de dengue en México continúan en aumento, pues la Secretaría de Salud informó que van 23 mil 856 casos confirmados, así como 49 muertes al corte del 22 de julio 2024 en todo el país, de este número se tiene el registro de mil 936 casos de dengue en la entidad veracruzana, de los cuales 6 son defunciones. 

    Lo delicado del asunto es que el dengue puede afectar hasta cuatro veces a una persona, eso es por los serotipos que hay. 

    Es necesario reiterar que el dengue (fiebre quebrantahuesos) es una infección virulenta que se transmite de los mosquitos a las personas. Es más frecuente en las regiones de climas tropicales y subtropicales.

    La mayoría de las personas que contraen dengue no tienen síntomas. Cuando estos aparecen, suelen ser fiebre alta, dolor de cabeza y en otras partes del cuerpo, náuseas, así como erupciones en la piel. En la mayoría de los casos se mejora en una o dos semanas. Algunas personas desarrollan dengue grave y necesitan atención hospitalaria. En algunos  casos graves, el dengue puede ser mortal.

    El riesgo de contraer dengue se puede reducir protegiéndose de las picaduras de los mosquitos, principalmente durante el día.

    Ante tal panorama es absolutamente necesario que la ciudadanía veracruzana realice labor de limpieza en sus hogares siguiendo las recomendaciones del sector salud para evitar la propagación del mosquito trasmisor. 

    Es muy importante por ello que la ciudadanía aplíquelas sencillas medidas de Lava, Tapa, Voltea y Tira. De igual forma, no dejar baldes o recipientes, floreros, macetas, neumáticos viejos, tanques, cacharros o todo objeto donde sea acumule agua limpia.

    Cabe señalar que al no tener criaderos en los hogares, no existiría la reproducción de mosco, por lo tanto no habría enfermedades como Dengue, Zika y Chikungunya. La prevención es la mejor herramienta para la salud.

    En el presente año no se ha registrado ningún caso de los padecimientos antes mencionados.Sin embargo, se trabaja de manera intensa en las acciones de prevención.

    Factores de riesgo:

    Una infección previa por el virus del dengue aumenta el riesgo de desarrollar dengue grave.

    La urbanización (especialmente la no planificada) está asociada a la transmisión del dengue en función de múltiples factores sociales y ambientales: densidad de población, movilidad humana, acceso a fuentes de agua fiable, práctica de almacenamiento de agua, etc.

    Los riesgos comunitarios frente al dengue también dependen de los conocimientos, actitudes y prácticas de la población con respecto a esta enfermedad, ya que la exposición está estrechamente relacionada con comportamientos como el almacenamiento de agua, el mantenimiento de las plantas y la autoprotección frente a las picaduras de mosquitos.  La vigilancia sistemática de los vectores y las actividades de control que implican a la comunidad incrementan en gran medida la resiliencia comunitaria.

    Los vectores pueden adaptarse a nuevos entornos y climas. La interacción entre el virus del dengue, el huésped y el medio ambiente es dinámica. Por tanto, los riesgos pueden cambiar y extenderse geográficamente a causa del cambio climático en las zonas tropicales y subtropicales, así como por la creciente urbanización y los movimientos poblacionales.