Socorro Sandoval, atrapada en la ciénaga del IVEA

Armando Ortiz

El Hijo Pródigo

Una vez que se tomara la decisión de destituir a Álvaro Capetillo del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos por los manejos turbios de las finanzas y por la mala administración del personal, Socorro Sandoval ya estaba más que lista para que se le diera su nombramiento como nueva directora del IVEA. Sin embargo, por razones que sólo Adolfo Mota conoce, el nombramiento de la nueva directora estaba siendo postergado lo más posible. Tuvo que hablar directamente el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, para advertirle al joven Mota que si no le daba posesión en el IVEA a su amiga Socorro Sandoval, el mismo iría a Veracruz a darle posesión. Después de la regañada a Mota no le dieron ganas de ir y mandó a Melesio Domínguez para darle posesión del IVEA a la amiga de Chuayffet un 24 de enero de 2014.
Sí, Socorro Sandoval llegó pesada al IVEA, a tratar de salvar del naufragio el barco, pero poco a poco se fue dando cuenta de que la nave hacía rato había naufragado, y que Álvaro Capetillo salió con todo lo que pudo cargar, mucho antes del naufragio; ya conocen el dicho, “las ratas son las primeras en abandonar el barco cuando se hunde”.
Se dice que la amiga de Chuayffet llegó con la intención de poner orden, con la intención de corregir y de sacar adelante un proyecto que ha quedado completamente rezagado. Al parecer no ha podido hacerlo, pues lo vicios en el IVEA, como una maldición que persigue a esta institución, se repiten. Para empezar Socorro Sandoval tuvo que aceptar la imposición de Aldo Zavala García, mano derecha de Adolfo Mota y custodio incondicional del secretario. Según nota de Luis Velázquez Rivera, publicada el 9 de septiembre de 2013, Aldo es tan incondicional de Mota, que en alguna ocasión le dijo que anhelaba querer “ser de la ‘última letra’ por un día… para matar a todos esos perros que hablan mal de usted”.
La verdad es que el IVEA se ha convertido en los últimos años en una cueva de ladrones. Desde que el expresidiario Oswaldo Pérez llegara a la administración del IVEA en los tiempos de Álvaro Capetillo, todo dinero que llegaba para la educación de los adultos era manejado de manera discrecional; tanto Álvaro Capetillo como Oswaldo Pérez consideraban que el dinero que les entregaban les pertenecía, y de esa manera lo utilizaban, para cumplirse caprichos.
¿Qué les daba valor? Capetillo se sentía protegido por Salvador Manzur, de quien era operador político; el otro, lo comentan sus propios parientes, se sentía suegro de un personaje poderoso que alguna vez gobernó Veracruz.
Sin embargo, los que pensaron que con la llegada de Socorro Sandoval las cosas iban a ir bien en el IVEA se equivocaron. Los que encabezan el equipo administrativo de Socorro Sandoval, están haciendo de las suyas con el consentimiento o sin el consentimiento de la amiga de Chuayffet. Es así como se pusieron a buscar la manera de continuar con los manejos irresponsables de los anteriores administradores.
Por ejemplo, se salieron de las oficinas que tenían en la Av. Lázaro Cárdenas no.726, en la Col. Ferrocarrilera y se trasladaron a un edificio nuevo ubicado en la Av. Américas 270, donde pagan la fabulosa cantidad de 190 mil pesos mensuales de renta; por supuesto previa comisión para el que hizo el contrato.

No sólo eso, a pesar de tener una cuadrilla de autos utilitarios ya reparados, pero detenidos en un taller ubicado en la calle Tapachula, frente a la Prol. Coahuila, en la colonia Progreso de Xalapa, los autos siguen ahí porque no se ha pagado su reparación. Como si el dinero sobrara en el IVEA, recientemente se adquirieron 40 autos nuevos, 20 camionetas Nissan Ranger doble cabina y 20 autos Tiida que se encuentran escondidos en algún estacionamiento, pero de los cuales nos hicieron llegar algunas fotos. Aparte de estos autos se compraron además 40 cuatrimotos. Por supuesto, ni los autos Tidda ni las cuatrimotos, son aptas para el servicio que brinda esta institución que es alfabetizar a las personas adultas en el estado de Veracruz.

Estos vehículos siguen escondidos. Según informes, que empleados del IVEA han proporcionado a este periodista, son autos que se adquirieron para apoyar la campaña de Adolfo Mota a la diputación federal por Xalapa rural. Se comprende que el administrador se preste a ese manejo partidista de los recursos públicos, pues si Aldo Zavala es capaz de anhelar ser un delincuente para proteger a su jefe, poco le importa pasar por alto a Socorro Sandoval, quien ha quedado sorprendida de la ciénaga a la que se ha metido.
Señora Sandoval, del IVEA han salido millonarios los últimos administradores. Así fue con Servando Pozos Cancela, otro incondicional de Mota, que se hizo de un harem de aviadoras; así fue con Isaac Juárez a quien no dejan salir del IVEA para que no se les pele; así fue con el contador Antonio Sánchez González, quien fuera tesorero del Patronato del IVEA y que ahora es dueño de varias propiedades inmobiliarias. Todavía falta hablar de los laudos millonarios que dejaron pendientes y que usted deberá resolver.
Lo triste de todo esto es que, con la excusa de brindar un servicio loable a la población adulta, como es alfabetizarla, lo que estos “ladrones” de siete suelas han hecho es enriquecerse a manos llenas sin que Ricardo “Wikipedia” Guzmán, en la Contraloría, tapadera de todos ellos, les ponga una mano encima.
Ya probó la cárcel Oswaldo Pérez, a punto estuvo Álvaro Capetillo de llegar al presidio. ¿Dónde están estos sujetos ahora? Uno sigue siendo director de Telebachillerato de Veracruz, el otro es delegado de la SEV en el puerto de Veracruz. Con esos ejemplos, Aldo Zavala, Isaac Juárez y los que sigan robando los recursos del IVEA, pueden dormir tranquilos, la justicia no los alcanzará.
Claro, a menos que Socorro Sandoval no quiera ser parte de esta caterva de vividores y con el apoyo de Chuayffet se ponga a ordenar bien la casa. Si no lo hace entenderemos que terminó por aficionarse al olor de esa ciénaga que es el IVEA.

Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com