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    Miguel Ángel Pedraza Zárate

    Hemos comentado sobre la diabetes mellitus, una enfermedad en la cual la nutrición es primordial para el control metabólico de la misma, los objetivos de control glucémico y peso en el paciente con diabetes mellitus sugeridos por la Asociación Americana de Diabetes son: Hemoglobina glucosilada < 7%, 6-6.5% en caso de enfermedad cardiovascular, Glucosa preprandial 70-130 mg/dL, Glucosa posprandial < 180 mg/dL y Peso (índice de masa corporal) < 25 en adultos.

    La distribución de macronutrientes incluye en promedio un 30% de las calorías totales provenientes de lípidos (grasas) y de estas, < 7% máximo deben ser saturadas (manteca de coco, aceite de palma, sebo vacuno y de cerdo), la pastelería, el chocolate, manteca de cacao, la mantequilla, las carnes grasas y los quesos son algunos alimentos donde se encuentran en mayor cantidad, además de alimentos empanizados, fritos, grasas trans, etc.) y hasta un 15% de grasas monoinsaturadas, (aceites vegetales líquidos como: de oliva, canola, maní, cártamo, sésamo, aguacate, la mantequilla de maní y muchos frutos secos y semillas) con un consumo de colesterol < 200 mg/día.

    En cuanto a los Hidratos de carbono, (carbohidratos, glúcidos), se recomienda una ingesta del 50-60% de las calorías totales, principalmente complejos, (cereales integrales como arroz y pasta, de legumbres como lentejas, frijoles, garbanzos, frutos secos, semillas, algunas frutas y verduras entre otros).

    El consumo de fibra dietética debe ser como mínimo de 20 g por cada 1000 cal, con preferencia de fibra soluble, los beneficios de la ingesta de carbohidratos complejos son: mejor control de la glucosa en sangre, saciedad (al ser complejos, permanecen más tiempo en el intestino lo cual envía una señal de saciedad al cerebro), mejoran la composición del microbiota intestinal; al poseer fibra, regulan la concentración de colesterol en sangre.  Respecto a las proteínas se proponen en un 15% de las calorías totales.

    Además, se requiere que en las colaciones se ingieran verduras, cereales integrales, derivados lácteos descremados, la educación nutricional debe dirigirse al núcleo familiar para propiciar la estimulación, motivación y conservar un estilo de vida saludable.

    La supuesta argumentación en relación a los efectos del azúcar que contiene las frutas es debido a la fibra dietética y la pared celular de la fibra, esto disminuye la velocidad de absorción a nivel intestinal, y repercute en una respuesta glicémica más baja, y es más notorio en la fruta entera que en forma de puré de fruta o en el jugo de fruta, uno de los debates sobre la dieta en el tratamiento de la diabetes mellitus es el tipo de carbohidratos. El cual está estrechamente relacionado con los cambios glicémicos, que podrían conducir a beneficios y mejoría en los parámetros metabólicos de los pacientes. De acuerdo con las recomendaciones de la Asociación Americana de Diabetes, la terapia nutricional es muy importante en la prevención y tratamiento de la diabetes mellitus, con el objetivo de controlar los niveles de glucosa en sangre, normalizar los niveles de presión arterial, evitar el aumento de peso y las complicaciones de la enfermedad.

    El tratamiento nutricional, plan de alimentación siempre debe diseñarse de manera personalizada, individual, considerando la edad, el sexo, la actividad física, las comorbilidades, la situación económica y los alimentos disponibles. Sobre el índice glicémico (puede mejorar el control metabólico) hablaremos en otra nota futura.

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