Para mover a México

Jesús J. Castañeda Nevárez

Suena como el mejor y más representativo slogan que traduce en breves palabras todo un proyecto de nación; una frase que encierra el colofón de cualquier plan de trabajo: “todo esto y aquello haremos . . . . para mover a México”. Como la mejor justificación de hechos que pudieran no gustar pero que al final de cuentas pudiera encajar en lo que coloquialmente decimos: “el fin justifica los medios”, porque esto es, ¡¡para mover a México!!.
Pareciera profético el título, porque los hechos recientes demuestran de forma contundente su total cumplimiento.
Miles y miles más otros miles de personas salieron ésta semana a las calles en manifestación de reclamo abierto por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. No ocurrió sólo en Guerrero o en el Distrito Federal; ocurrió en muchas ciudades del país. Y son decenas o centenares de escuelas que se van sumando a la voz popular que exige la aparición de los jóvenes estudiantes.
México se está moviendo; la gente está molesta y va dando muestras de su hartazgo de la clase política, de los partidos, de los gobiernos, de sus instancias de procuración de justicia, de sus policías, de sus representantes populares y también de los que nunca los han representado. México se está moviendo.
Pero no sólo está sucediendo en el territorio nacional, también hay ya muestras de respaldo en muchas partes del mundo. México se está moviendo más allá de las fronteras y eso seguramente nadie lo habría creído posible.
Y como si estuviera el horno para atizarle y echarle más gasolina, fuerzas federales llegaron a una población guerrerense del municipio de Eduardo Neri, en un contingente de unas 20 patrullas entre policía federal, elementos de la Marina y de la Gendarmería, amagando con sus armas a hombres, mujeres y niños, agrediéndolos verbalmente y también físicamente, amenazándolos con matarlos si no les decían donde estaban las fosas con los 43 normalistas. Adultos tirados en el piso, niños arrodillados llorando mientras dos helicópteros sobrevolaban el poblado. Al no conseguir ningún dato útil, se retiraron llevándose algunas pertenencias de los pobladores. Todo para mover a México.
Otro caso lamentable es la detención y posible asesinato de un estudiante de la U de G a manos de policías de Guanajuato. Más la masacre perpetrada en Tlatlaya, Estado de México, donde fueron asesinadas 22 personas a manos de elementos del Ejército Mexicano y de lo cual la Comisión Nacional de los Derechos Humanos determinó que fueron ejecutadas y posteriormente les fueron sembradas armas para hacer parecer todo un acto heroico en el que las fuerzas nacionales se vistieron de gloria. Más muertes a manos de los que se supone están para defender a la sociedad y salvaguardar su vida y sus bienes.
Menos dramático pero igual de espectacular fue la multitudinaria manifestación de los estudiantes del IPN en protesta por las reformas al reglamento y varias cosas en su contenido que les agraviaron. Su reclamo ordenado sentó precedentes por la intervención del mismo Secretario de Gobernación. Pero a ese reclamo y también por la vía de la manifestación callejera se sumaron muchas escuelas del país. México moviéndose.
También en el vecino estado de Puebla hace aire, en el poblado de Chalchihuapan arribaron unas camionetas blancas sin logotipos, de las que descendieron hombres vestidos de negro y a punta de armas largas rompieron puertas y ventanas, encañonando a mujeres y golpeando a niños, para llevarse a 5 personas sin exhibir alguna orden de aprensión. Al parecer, por las fotos que distribuyó la autoridad, 3 de los 5 detenidos no son los que ellos buscaban, pero entre tanto ya les pegaron su ma . . caniza, violentaron sus derechos y los de su familia y todavía están ilegalmente detenidos.
Si le sumamos las empresas que han cerrado por no poder con la carga tecnológica de la reforma hacendaria, con las consecuencias en pérdida de empleos y mayor descomposición del tejido social; más las que se están quedando sin trabajo por el centralismo que la federación está aplicando, destinando la obra pública a empresas foráneas e ignorando a las locales. Esto se está moviendo. Cuántos eventos seguirán para mover a México??

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