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    Prepa Juárez

    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

    Como consecuencia de los lamentables hechos ocurridos durante la madrugada del pasado 26 de septiembre en Iguala, que arrojaron como saldo seis personas asesinadas y 42 estudiantes desaparecidos, se ha desatado reacciones en todo el país, así como expresiones de solidaridad y exigencias de justicia en el ámbito internacional.

    Hasta hoy, a pesar de que hay 59 detenidos, las autoridades no han logrado esclarecer la agresión contra los normalistas y contra los integrantes del equipo de fútbol “Los Avispones” de Chilpancingo.

    Entre los detenidos se encuentran el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, 26 policías de ese municipio y otros 14 de Cocula; 13 integrantes de la organización delincuencial “Guerreros Unidos” y dos informantes al servicio de este grupo. Sin embargo, existen otras órdenes de aprehensión que están pendientes, básicamente criminales y funcionarios municipales como el director de seguridad pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez.

    Adicionalmente, expertos argentinos en antropología forense realizan estudios para la identificación de al menos 28 cuerpos que fueron encontrados en fosas clandestinas ubicadas en esa zona.

    Los hechos han provocado la indignación internacional y serios daños a la imagen de nuestro país, así como movilizaciones estudiantiles en protesta porque los normalistas no han sido encontrados. Este miércoles 5 de noviembre, por ejemplo, maestros de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero bloquearon la Autopista del Sol y tomaron la caseta de peaje en la carretera Cuernavaca-Distrito Federal; igual ocurre en entidades como Michoacán, Morelos y Estado de México.

    Sólo en el Distrito Federal, 115 escuelas se declararon en paro de 72 horas. En el ámbito internacional, hubo manifestaciones en ciudades como Nueva York, Montevideo, Praga y muchas otras.

    En la entidad, alumnos de diversas instituciones educativas se sumaron al paro nacional; destacan facultades de la Universidad Veracruzana, de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, y de la Escuela de Bachilleres Artículo Tercero, entre muchas otras; los estudiantes se suman a la exigencia nacional para que sean encontrados los normalistas desaparecidos; y castigados, los responsables de los hechos.

    En ese contexto, durante los días recientes han ocurrido manifestaciones de protesta y marchas estudiantiles en la capital de Veracruz; casi todas han sido pacíficas; sin embargo dos de ellas llaman la atención porque, evidentemente, salieron de control: la que se registró el 29 de octubre en la que jóvenes encapuchados bloquearon calles y realizaron pintas en comercios del centro de Xalapa; y la ocurrida la noche del miércoles 5 de noviembre, cuando prendieron fuego en la puerta de Palacio de Gobierno, incurriendo, en ambos casos, en reprobables actos vandálicos.

    La protesta estudiantil es comprensible, al igual que las manifestaciones y las expresiones de inconformidad por la desaparición de los normalistas; sin embargo, cuando las marchas salen de control o son usadas, como en este caso, para desestabilizar o para cometer vandalismo sólo provocan rechazo social. Conscientes de ello, los estudiantes de la UV y los de la Escuela Normal Veracruzana se deslindaron de los hechos mencionados y acusaron que grupos externos han infiltraron el movimiento. @luisromero85

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