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    Seguridad Pública2
    Salvador Muñoz

    Los Políticos

     

    En esta ocasión, no hubo trompos de carne al pastor, pero sí quizás un “trompo” que se echó el fotógrafo Roger López Martínez con quienes le quitaron una pancarta donde dicen que mostraba su inconformidad. Al parecer, el único testigo de ello, el diputado Fidel Robles Guadarrama, quien acusó el acto y por eso nos enteramos. Aunque siendo sinceros, también hubo mucha “trompa”, por parte de algunos diputados, que en intentos de cuestionar o alabar al secretario de Seguridad Pública, terminaron en “pura lengua”… el mismo Fidel Robles, Juan René Chiunti o Juan Manuel Velázquez Yunes, quien reclamando por un C-4 en Perote, salió trasquilado cuando el secretario le recordó que el acuerdo con su administración como alcalde fue que el ayuntamiento donaría un terreno, que a la fecha, siguen esperando…
    Sorprende que un secretario de Seguridad Pública lleve porras pero no tamales y atolito en las cocinas móviles de la institución, que de acuerdo a algunos reporteros, son de lo mejor que se puede degustar.
    El acceso al Congreso local estaba algo complicado dos-tres cuadras alrededor… no, no por la cerca concertina que estaba ad hoc con tanto elemento de Seguridad Pública, Fuerza Civil y soldados en torno al Palacio de Encanto que parecía resguardaban una prisión de lujo; el acceso a unidades vehiculares estaba restringido, por lo que dejé la moto cuadras abajo y se tuvo que “camellear” un poco, para después poder entrar, darse un baño de pueblo entre los “Promotores de la Seguridad y la Paz”… hombres y mujeres que portaban una camiseta blanca con esa leyenda y se ve que era el pasaporte para entrar directo al Congreso.
    Cuando aparece por los pasillos el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, un intento de porra que quedó en pocas gargantas de los “Promotores” se dejó escuchar… al pasar la cafetería, un segundo intento que no cuajó… pero la lucha se hizo.
    Si bien era imponente el cuerpo policiaco alrededor del Congreso, lo que más impresionaba a los reporteros, ciudadanos y a uno que otro diputado, era el cuerpo de edecanes al interior del palacio legislativo.
    El auditorio Sebastián Lerdo de Tejada estaba al tope, tanto, que algunos legisladores, como Julen Rementería y Alfredo Gándara (¿está adelgazando?) tuvieron que ponerse de pie ante la muralla de fotógrafos y camarógrafos que se levantó frente a ellos.
    El diputado José Ramón Gutiérrez de Velasco le dio la bienvenida a Bermúdez Zurita y todavía lanzó el chascarrillo de que en el Congreso quieren tanto al secretario que siempre están pidiendo que comparezca.
    De la Glosa correspondiente a Seguridad Pública y de la intervención de los diputados, ésta se podría concluir en dos palabras: Confianza y percepción.
    Confianza: El acto de eliminar las balaclavas (capuchas) en los elementos de Seguridad Pública es una forma de acercarse a una sociedad que de acuerdo a la percepción, no les tiene confianza.
    La desconfianza a la policía o a cualquier instancia que implique autoridad, desde agentes del ministerio público hasta jueces, no es un nueva y se ha extendido ahora a soldados; tampoco es exclusiva de Veracruz y más en estos momentos tan álgidos que se viven en el país donde el uniformado tiene un sello de represor, ganado a pulso, por circunstancia o convidado por la historia.
    Claro que le exigimos a Seguridad Pública que cuando haya un robo, detenga al delincuente; que si atracan las carreteras, llegue en el momento preciso; que si están violando a la jovencita, se aparezca y cape a los agresores… pero creo que son cuatro mil de la Fuerza Civil, y otros tres mil de Seguridad Pública, para cuidar a casi nueve millones de veracruzanos… me cae que hacer la división me da “weba”… prefiero aplicar la Bermudeciana en casa: Alarma, candados de seguridad y un perro, porque sencillamente, esperar a que Pitágoras un policía por cada veracruzano me dé ¡está cabrón!
    Si bien, ahora ser policía en Veracruz es una profesión mejor pagada, donde ahora, hasta casa les van a dar en lo que iban a ser las Villas Olímpicas (cien para empezar, dicen), un seguro de vida o pensión, ¡ya no es tan fácil ser policía! porque piden que además de ser atleta, se tenga cerebro… creo que en estos tiempos, es más fácil ser diputado que policía.
    Bermúdez Zurita se oye optimista en la comparecencia aunque sabe y entiende la percepción que se tiene de la policía.
    Y debe ser optimista… invertir 170 millones de pesos en vehículos de última generación, tecnología y armamento de punta en la Fuerza Civil debe de capitalizarse en resultados que permeen en la sociedad a través de la confianza.
    Lleva cuatro años trabajando a contracorriente… le restan dos… y bajo el supuesto de que Bermúdez Zurita dé con sus elementos ese paso a la evolución del concepto “Seguridad”, ¿qué nos garantiza a los veracruzanos que con un nuevo gobierno se mantenga lo que se haya avanzado, poco o mucho hasta este momento?
    Nuestra seguridad pública, es un hecho, está regida por dos conceptos: confianza y percepción… en el primero, con o sin; en el segundo, buena o mala… depende de cómo nos vaya en la feria. Aunque si hay algo que agradecer a Bermúdez en esta comparecencia, es que en esta ocasión no hubo “pinches medios”… ¡va aprendiendo!

    smcainito@gmail.com

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