Eduardo de la Torre Jaramillo
Escenarios
Partiendo de la reforma política federal, la cual se llevó a cabo en mucho por la situación política prevaleciente en Veracruz; misma que se pudo palpar por la sobrerrepresentación del 16%; la pérdida de libertad de elegir por parte de los ciudadanos; y la ausencia de elecciones libres por parte del instituto y tribunal electoral local, fueron los motivos por los cuales se decidió emprender dicha reforma política, de hecho nuestra entidad es quizá el estado más atrasado políticamente del país, y muy probablemente después Coahuila, donde gobierna la familia Moreira. Vaya, hasta los magistrados electorales impugnaron la reforma político-electoral, rayando en lo soez de su comportamiento y el ridículo público.
Justamente hace un año se aprobó a nivel federal dicha reforma electoral, a diferencia de Veracruz, que si bien llegó la reforma al Congreso de Veracruz, decidieron “congelarla” y confrontar al gobierno federal, ésta como una estrategia desestabilizadora que llegó a buen puerto en este 2014; por cierto llevada a cabo por el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, quien al ser excluido del poder político nacional, pues le resulta fácil maniobrar desde la oscuridad; basta recordar que así como participó en la Conago para enfrentar a los gobiernos panistas, organizando a los gobernadores del PRI; hoy es mejor desestabilizar al gobierno federal que organizarse, allí están los casos de Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Estado de México, Tamaulipas, Chiapas, y ¿porqué no Veracruz?; recordemos que la conspiración ha sido una forma tenebrosa de hacer política.
El objetivo central de la reforma política en lo local, es la eliminación del clan Yunes, tal y como lo sentenció el exgobernador de Veracruz “ningún Yunes”, -que lo han escrito en demasía los columnistas políticos locales-; no es una medida de austeridad como se estableció en la narrativa de la mentada reforma, el verdadero ahorro hubiese sido la desaparición del Instituto Electoral Veracruzano, pero no lo contempla la reforma federal, ésta dejó un híbrido que a nadie satisface.
Una medida política que implosionó a los partidos políticos, basta ver las reacciones en el PRI, en el PAN y en el PRD, porque afecta los intereses de los grupos políticos que ya estaban en la pelea por la gubernatura; no así a los grupos políticos “rojos” del PAN y PRD. En cuanto a los ciudadanos, a estos quienes gobiernen quien gobierne, no cambia su situación sino todo lo contrario va empeorando su situación como producto de una clase política tan ínfima que actualmente gobierna a Veracruz, la cual está muy alejada de la presencia nacional que tuvo en el siglo XX.
Dentro de las críticas que se han pronunciado públicamente son sobre la afectación en las inversiones, eso es algo totalmente falso, porque en esta entidad federativa, toda “magna obra” se realiza en un promedio de 30 años, allí está la carretera México-Tuxpam, o el Puente Sumergido en Coatzacoalcos que arrancó desde 2002 y aún no se termina, o los 1000 puentes realmente inexistentes del sexenio pasado y así podría seguir, lo que prevalece en este estado es la esquilmación de los presupuestos públicos, la corrupción, las complicidades y sobre todo la impunidad.
Por otra parte, se establece que en los dos años el gobierno estatal no podría funcionar, eso es también falso, porque en un país donde cada día se centraliza más, lo único que trabaja son los programas federales, cuya aplicación se produce en las delegaciones estatales de las diversas secretarías de despacho; y sobre todo porque el presupuesto en un 92%, el dinero proviene de la federación, así que el gobierno también funcionaría durante los dos años que se propone sin ningún problema.
El quid del asunto es la disputa del poder político, entre los locales y la decisión del desvencijado centro político; no hay que ser adivino para saber que en la elección de 2016, en primera instancia no habrá una colación opositora, simple y sencillamente porque en los partidos políticos ya no hay opositores, lo que hay son “lacayos” del poder, quienes van por las migajas del dinero, los tienen bien contralados a todos los partidos políticos, quienes tienen el color rojo en sus entrañas; y por eso, seguramente el PAN y el PRD presentarán a algún candidato que sea muy bien visto por los funcionarios del palacio de gobierno.
Continuando con la línea de interpretación anterior, la variable que no controla el grupo local es el futuro candidato a la gubernatura, y eso es lo que les hará cambiar de planes, ya que si bien la reforma estará votada por la “mayoría mecánica” rojo, azul y amarilla, una gran coalición que es parte de un Pacto y que no es Por México, sino que es un Pacto por la Impunidad.
¿Qué pasaría si el centro político decide poner de candidato a Jorge Uscanga Escobar o Ignacio Rey Morales Lechuga?, por una simple y sencilla razón, el gobierno de los Estados Unidos tienen en estos momentos trabajando a toda su inteligencia política para que le proporcione un informe de que políticos mexicanos están vinculados con el crimen organizado, donde dicha lista será entregada en el mes de marzo de 2015, ello para vetar a cualquier candidato a diputado federal que tenga nexos con el crimen organizado, es así que se vendrá un sacudimiento mayor hacia la impresentable clase política mexicana y veracruzana.
Finalmente, Veracruz por primera vez en la historia será afectado por la geopolítica y de allí que quien tenga las mayores credenciales de limpieza política personal será el que obtenga la nominación en la elite del poder; por parte de los ciudadanos tendremos que construir una Agenda no de Gobierno, sino de cierre de dos gobiernos, es decir, dedicarse dos años completos a investigar las finanzas de todas y cada una de las secretarías de despacho y actuar en consecuencia, es decir, dejarle todo preparado al próximo gobernador para que tenga todos los elementos jurídicos para que inicia la judicialización de los políticos corruptos en Veracruz.
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