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    Obamas Castro

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

     

    A nuestros amabilísimos lectores, que en esta Navidad y siempre reine la paz, la salud y el bienestar en sus hogares.

     

    Fue como si hubiera caido un muro en el Caribe. Trascendental, de gran impacto, ver el fin de más de medio siglo de enfrentamientos y amenazas entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba. Las relaciones practicamente se habían roto desde 1959. El pasado día 17 de diciembre los mandatarios de Estados Unidos y Cuba conversaron vía telefónica para lograr un acuerdo que pudiera terminar con la prolongada historia de hostilidad entre ambos países. La fecha coincidió con el cumpleaños del hombre clave, el mediador austero y discreto que consiguó la reconciliación entre ambas naciones: el Papa Francisco.

    Jorge Mario Bergoglio, quien se ha ganado el respeto por todas las religiones y culturas, es definido como “Hombre de paz que supera las divisiones con su noble modestia”, desarrolló un proceso de absoluta confidencialidad; llevó a cabo negociaciones en la más absoluta discreción entre Estados Unidos y Cuba, por medio de cartas, llamadas telefónicas y encuentros personales.

    El presidente Barak Obama y el Papa Francisco platicaron en privado durante casi una hora en el Vaticano en marzo pasado; reunión en la que comprometieron una alianza que incluyó asuntos extremadamente sensibles; entre otros el cierre de la base de Guantánamo -compromiso de campaña de Obama-; tema que lleva su curso, que por lo pronto se ha dado un buen paso con la liberación varios presos en la semana que acaba de transcurrir.

    En octubre pasado, el Sumo Pontífice recibió en el Vaticano a delegaciones secretas de los dos países, con el objetivo de que se pusiera fin a todos esos años de enfrentamientos, según lo informó el Vaticano en un comunicado.

    El restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, representa un triunfo sorprendente, que analistas y medios internacionales con toda razón se lo atribuyen al Sumo Pontífice, por su extraordinaria capacidad de dialogo y conciliación, en la busqueda del restablecimiento de paz entre las naciones en conflicto; logro que lo posiciona como una de las personalidades más importantes e influyentes del escenario mundial. “La suya es una voz que el mundo debe escuchar”, dijo Barak Obama.

    Cualquiera pensaría que las actividades del Papa Francisco se limitan al Ángelus dominical desde el balcón en la Plaza de San Pedro, y a una que otra actividad. Al leer los textos y ver las imagenes de los boletines que a diario nos siguen haciendo favor de enviarnos desde el Vaticano, se da uno cuenta de la intensa actividad que desarrolla el Sumo Pontífice; agotadoras jornadas: giras de trabajo, audiencias con líderes laicos y del clero, reuniones, etcétera. Por algo obtiene resultados de su invaluable labor pastoral.

    Un Papa que sigue revolucionando al mundo. Un verdadero Siervo de los siervos de Dios.

    rvazquez002@Yahoo.com.mx

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