Armando Ortiz
El Hijo Pródigo
23 de diciembre de 2014, 10:00 de la mañana. Mientras conduzco hacia un centro comercial de la ciudad de Xalapa, entra un mensaje de Facebook a mi teléfono celular: “El RODOLFO del IVEC está bien pedo en Chico Julio”. Por supuesto detengo mi auto y me comunico con la persona que me manda el mensaje. Le contesto que no le veo el inconveniente, que ya sé que el señor tiene problemas con el alcohol y que en todo caso él, mi interlocutor, también está tomando en Chico Julio. “Si cabrón –refuta- pero yo no soy funcionario público; yo no debería de estar en mi oficina”.
Puede ser cierto. Entonces me comunico a las oficinas del Instituto Veracruzano de la Cultura en Veracruz, al teléfono 01 229 9316962, pido la extensión 102, que es la de la dirección. Ahí una señorita me dice que el director Rodolfo Mendoza Rosendo no se encuentra en su oficina. Le pregunto si ha salido de vacaciones. Me dice que una parte del personal ya está de vacaciones, pero que ellos no. También me comenta que el director puede estar en las oficinas de Xalapa. Para no errar llamó a las oficinas del IVEC en Xalapa. Me dicen que el director no llegó por la mañana a su oficina, que no lo pueden localizar.
23 de diciembre de 2014, 10:30 de la mañana. Me comunico con un amigo funcionario público. Le pregunto si ellos, como directivos ya están de vacaciones, mi amigo me dice que no, que como es fin de año los directores deberían estar ocupados en sus “cierres administrativos, para así poder fiscalmente cerrar el año”. Pero todavía más, me menciona que una semana atrás el gobernador había advertido que los funcionarios de su administración no iban a tener vacaciones. Es cierto, busco en la red y me encuentro con la siguiente nota del 12 de diciembre, firmada por Ángeles Gonzáles en el portal Al Calor Político: “Ningún funcionario del Gobierno del Estado se irá de vacaciones, advierte Duarte”.
23 de diciembre de 2014, 10:30 de la mañana. Empiezan a llegar a mi teléfono celular fotografías del interior del bar Chico Julio, tomadas por supuesto por la persona que me llamó una hora antes. En ellas se ve al director del IVEC, Rodolfo Mendoza Rosendo, departiendo en una mesa con dos parroquianos, un señor de la tercera edad y otro más joven que tiene una gorra de estambre en la cabeza. En otra foto un hombre de edad adulta se le acerca y lo saluda. Las siguientes fotos son tomas en las que Rodolfo Mendoza sale del baño, está en la barra, regresa a su mesa. Debo suponer que es cierto lo que me dice mi informante.
23 de diciembre de 2014, 11:00 de la mañana. Como estoy cerca de la Avenida Xalapa, me dirijo hacia la calle Victoria casi esquina con Azueta. Debo anotar que la peculiaridad del bar Chico Julio es que es un bar diurno. Abre a eso de las 6:00 de la mañana. Las personas que han seguido la fiesta y que salen de los bares nocturnos, saben que pueden seguir la farra en Chico Julio; ahí se reúnen los trasnochados para seguir tomando a gusto.
23 de diciembre de 2014, 11:30 de la mañana. De pura casualidad, cuando me estaciono en la esquina veo salir a Rodolfo Mendoza acompañado de uno de los parroquianos con quien estuvo departiendo en su mesa. El guardia del bar lo acompaña y se ponen a conseguir un taxi. En ese momento veo salir a otra persona. Reconozco a mi informante. Lleva el teléfono en la oreja, pero yo sé que está tomando fotografías. Un joven que pasa por ahí se detiene y lo saluda con familiaridad, Rodolfo le da la mano, pero como no se la suelta el joven se la retira. Se quedan un buen rato esperando que un taxi se detenga. No me han visto, pero yo sí a ellos.
23 de diciembre de 2014, 11:40 de la mañana. Por fin un taxi se detiene, Rodolfo Mendoza sube al vehículo acompañado de una persona. Veo como pasa por mi lado, sube por la calle de Azueta y lo pierdo de vista. Mi informante me manda las últimas fotos. Son las que tomó a la salida de Chico Julio.
Puede ser que Rodolfo Mendoza Rosendo, director del IVEC haya entrado a Chico Julio, en horario de oficina, a culturizar a los parroquianos, pero también puede ser que después de una larga noche de parranda, no se pudo detener y sin importarle sus obligaciones como director del Instituto Veracruzano de la Cultura, quiso seguir la fiesta hasta el mediodía. ¿Pero qué dice sobre el tema el Código de Ética de los Servidores Públicos del Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz? (Continuará)
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com
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