Se fueron al carajo Servicios de Emergencia y 066

Pablo Jair Ortega

Columna sin nombre

El 15 de febrero, una mujer de 68 años de edad, de nombre Victoria Mora Valencia, falleció de un infarto en el pasillo principal de los bajos del Palacio de Gobierno ante la impotencia de los civiles y policías de guardia. Según testigos, la persona comenzó a toser fuertemente unos minutos antes de desfallecer y quedar tirada sin vida en el lugar.

El 3 de marzo, una ciclista llamada Monserrat Martínez Meléndez fue atropellada por un motociclista justo frente al Ayuntamiento de Xalapa, sobre la avenida Juan de la Luz Enríquez. Al momento de los hechos, varios periodistas se encontraban en la cafetería La Parroquia, en los bajos del Edificio Nachita, que se ha convertido en el punto de reunión de quienes cubren la fuente del Palacio de Gobierno, Ayuntamiento y Centro Histórico en general (protestas, conferencias de prensa, los bloqueos a la avenida Enríquez, etc.); por tal motivo, los reporteros fueron los primeros en llegar al punto.

Justo en el lugar del accidente había dos mujeres oficiales de Tránsito del Estado, quienes a través de radio reportaron los hechos. Del mismo modo, uno de los transeúntes hizo una llamada al 066 –número para emergencias en Veracruz– para solicitar la presencia de una ambulancia.

A unos aproximadamente 160 metros se encuentra el cuartel general de la Cruz Roja, sobre la calle Clavijero, justo a la vuelta de Enríquez; se pensaría que los paramédicos podrían llegar corriendo al auxilio, pero pasaron los minutos y ninguna corporación de auxilio llegaba.

Quienes se arremolinaron fueron los curiosos y los reporteros, que ya eran decenas reportando en redes sociales y a sus respectivos medios sobre los hechos. Unos par de elementos de la Fuerza Civil llegaron corriendo desde la Plaza Lerdo e hicieron lo que mejor les sale: hablar por radio para reportar que había una persona lesionada frente al ayuntamiento.

Y así pasaban los minutos y sólo llegaban policías para reportar por radio y solicitar la presencia de una ambulancia, pero no llegaba ni siquiera una camilla.

Al paso de los minutos sólo pasó una ambulancia de traslados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la caravana llena de escoltas del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien se bajó unos metros antes para preguntarle a uno de sus achichincles por el chisme y se volvió a trepar a su camioneta blindada llena de guachomas y guarros.

El secre Bermúdez en ese momento había perdido la oportunidad de mostrar tantita humildad y humanidad ante los medios, pero ya ve usted que la soberbia en este sexenio es un padecimiento grave.

Y seguían pasando los minutos, más de veinte, y no llegaba ni un cuerpo de rescate… Y uno se pregunta ¿entonces para qué tanta mentada cámara de vigilancia en el Centro Histórico? ¿Para qué tanto policía caminando por las calles céntricas si ni uno tenía conocimientos de primeros auxilios? Hubo incluso un policía que le pedía a la gente que moviera la motocicleta que se encontraba tumbada a un costado, pese a que estaba derramando gasolina… ¿Qué no sabe que una chispa puede ocasionar un incendio? ¿O que no se puede alterar una escena así con civiles? ¿En verdad no hay un trinche paramédico o rescatista de guardia en Palacio de Gobierno o el Palacio Municipal de Xalapa listos para atender emergencias?

Al final, media hora después, llegó una destartalada ambulancia de Protección Civil de Xalapa y eso porque un conocido fotógrafo les dio el aviso, porque igual andaban tragando rebanadas. Después arribó una ambulancia de la Secretaría de Seguridad Pública, nuevecita y así con toda la parafernalia de paramédicos con guantes de látex… Pero tardísimo.

Este miércoles un camión lleno de pacas de forraje se volcó en el bulevar Banderilla-Xalapa en los primeros minutos de las 7 de la mañana. Se evitó la tragedia de que la pesada unidad no destruyera viviendas en la zona, porque una barda de contención para lluvias y un poste de la Comisión Federal de Electricidad la contuvieron.

Según la narración de la principal vecina afectada, un minuto después del incidente llamaron al servicio de emergencias 066 para pedir auxilio y que atendiera a los dos lesionados que viajaban en dicho tractocamión. La situación se complicó porque los cables de energía comenzaron a hacer cortocircuito y la carga de paja estaba regada en toda el asfalto.

Pero también los minutos pasaron y pasaron y pasaron y nunca llegó una ambulancia al lugar. Los lesionados fueron atendidos por los vecinos del lugar y varios minutos después llegó la Policía Estatal, pero a acordonar la zona. Esto pese a que existe un retén de la SSP unos metros más arriba.

¿Qué está pasando en Xalapa que ya se olvidó el servicio de emergencia? ¿Qué sucede en el mentado C4 que alguna vez dirigió Bermúdez Zurita que las “emergencias” las atienden como si fuesen llamadas eróticas de cobro por minuto? Tardan y tardan y tardan en pedir datos, perdiendo segundos valiosos por el burocratismo.

¿Habrá realmente personal calificado para atender emergencias en el 066? Mire usted que #LadySSP se hizo famosa porque precisamente formó parte de las filas de la dependencia, sin experiencia ni nada que aportar, sólo un sabroso… Instagram.

Este martes, Juan Antonio Nemi Dib, ex secretario de Salud, daba a conocer en exclusiva por el programa “Polaca A La Veracruzana” que no aceptó el cargo de secretario de Protección Civil por que no tenía el perfil adecuado, sino que representaba una responsabilidad para la cual se debe estar preparado, haciendo ver la importancia de las alertas climatológicas y de desastre que podrían alarmar a una población.

En ese contexto, nos preguntamos si las emergencias en Xalapa de plano ya no se atienden y que los xalapeños le hagan como quieran; que si alguien está desfalleciendo, ahogándose, lo acaban de atropellar o se volteó su vehículo, lo mejor que puede esperar es un ángel milagroso que en ese momento lo acompañe o una bola de reporteros lo rodeé para reportar su caso porque ya no hay nadie capaz para dar ayuda.

Inconcebible que pase en esto en la capital del estado, donde la Cruz Roja prácticamente no existe y la mentada Policía Certificada pareciera que no tiene conocimientos de primeros auxilios. Donde una ambulancia tarda más que entregar una pizza.