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    Carreteras

    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

     

    Se explica parcialmente el minúsculo desarrollo de las actividades productivas en Veracruz si observamos el extendido rezago en la conservación de las carreteras en la entidad. Lamentablemente, las carpetas del norte veracruzano están abandonadas y al margen de las prioridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

    Veamos la carretera que comunica a la región de Martínez de la Torre con la capital de Veracruz y el altiplano, vía de comunicación que pasa por los municipios de Tlapacoyan, Atzalan y Altotonga, y conecta a la zona más importante del país en producción citrícola con estados del centro de la República.

    A pesar de su importancia productiva, cítricos, ganado y café, el gobierno federal olvida destinar recursos para mejorarla, y hoy la vía está en condiciones similares a los antiguos caminos de herradura.

    Un alto porcentaje de las 241 mil hectáreas de cítricos de Veracruz se concentran en dicha área, que genera anualmente recursos por cerca de 5 mil millones de pesos, además de que el café cultivado en Atzalan y Altotonga representa ingresos también significativos. Por si fuera poco, la vía es paso obligado para llegar a la zona turística de Costa Esmeralda, donde son añejas las quejas de hoteleros y prestadores de servicios porque los visitantes no regresan ante el mal estado de la ruta.

    Surge el comentario a partir de la observación de Pedro Manterola, ex alcalde de Martínez de la Torre, quien recientemente señaló, con su particular estilo, la nula atención de las autoridades estatales y federales a una vía de comunicación tan prioritaria como abandonada.

    Al también ex diputado federal se le conoce por su capacidad analítica, no exenta de ironía, y ello se refleja en los textos que difunde en diversos portales de internet. Tanto desde el Ayuntamiento como en la Cámara de Diputados, Pedro Manterola encabezó trabajos de gestoría para, entre otras cosas, mejorar la infraestructura de comunicación en la zona. Desde entonces, subraya que el abandono se debe, sobre todo, a la indolencia de los ayuntamientos; a las autoridades que limitan su apoyo al campo a la entrega de aspersores, y desdeñan los enormes gastos de los productores para el traslado de frutos; a legisladores que no representan a sus distritos; y a las dependencias de gobierno, la SCT en este caso, que mantienen en el olvido al norte veracruzano. @luisromero85

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