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    Antonio Gomez Pelegrin

    Ricardo Vázquez Salazar

    Esfera Política

     

    En agosto de 2006, en sesión extraordinaria del Congreso del Estado, fue aprobado el nombramiento de Mauricio Audirac Murillo, como auditor general del Órgano de Fiscalización Superior, ORFIS, para ejercer el periodo 2006-2012. Audirac sustituyó a René Mariani Ochoa, quien fue el primer titular del ORFIS, de 2000 a 2006. Con Mariani concluía una época de transparencia, una etapa de fiscalización seria, en que las finanzas de Veracruz se mantenían sanas. Lo que representaba un inconveniente para los propósitos del entonces gobernador, Fidel Herrera Beltrán.

    Con Mauricio Audirac dio inicio a un ciclo en que la tarea de fiscalización se transformó en una labor de encubrimiento e impunidad, que ha traído por consecuencia que las finanzas estatales se encuentren en quiebra, que Veracruz sea de las primeras entidades con más deuda pública y con el mayor monto de observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación, ASF.

    Audirac dejó la Secretaría de Finanzas; mas no se sabe si su salida fue por su desempeño por ocho meses como responsable del manejo de las arcas estatales, por observaciones de la ASF de su función como titular del ORFIS; o por ambas razones.

    En la función pública hay cargos que por el simple hecho de asumirlos, se apropia de una responsabilidad que muchas veces se convierte en automático en una carga riesgosa, por los antecedentes en cómo se han venido desarrollando los hechos; de irregularidades que existen y no se han corregido. Tal pudiera ser el caso del nuevo secretario de Finanzas de Veracruz, Antonio Gómez Pelegrín.

    En definitiva que el complicadísimo tema de las finanzas estatales, ha orillado a cambiar en cinco ocasiones al responsable de manejar el dinero de los veracruzanos. La trama económica está tan enredada, que con el antecedente de que la Contraloría General ha hecho caso omiso a solicitudes de instancias federales y el ORFIS no ha cumplido su función. Con la nueva Ley de Transparencia y en las condiciones en que se encuentra nuestra entidad, con mayor razón la Federación se encargará de auditar a fondo los recursos que se hayan enviado a Veracruz.

    A todo esto. Infinidad de nuevos millonarios producto del saqueo de las finanzas estatales, hacen ostentación de enriquecimiento sin ningún recato; los mismos empleados de gobierno los tienen identificados. Un funcionario estatal se siente poca cosa si no es trasladado en un vehículo de lujo, que blindado supera el millón y medio de pesos, que además tiene que ir custodiado por dos o tres vehículos de escolta; excesivos gastos que cubren los veracruzanos. En las calles se verá si realmente habrá restricción del gasto y se detiene el saqueo. Por ello sería injusto que la clase trabajadora de gobierno estatal sea quien pague los platos rotos con el llamado “Ajuste al gasto público”.

    A como están las cosas, es aventurado asegurar que Gómez Pelegrin sea quien cierre los cajones.

    rvazquez002@Yahoo.com.mx

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