Tuxpan, la compra de adversarios

Luis Alberto Romero

Hora Cero

En la zona norte, el PRI de Tuxpan puede considerarse una aplanadora: en 2010 superó los 20 mil votos y en 2013 logró más de 24 mil, casi el 56 por ciento de los sufragios se contaron a favor del tricolor. En contraparte, el Partido de la Revolución Democrática tiene una presencia más bien testimonial: apenas llegó al 5 por ciento de los votos en las elecciones de 2013, menos de 2 mil 300 personas apoyaron al candidato del Sol Azteca; tres años antes, en 2010, el PRD alcanzó poco más de 7 mil y el 15 por ciento de la votación total, en alianza con PT y Convergencia. Sin la coalición, los perredistas no hubieran llegado ni al 4 por ciento, ya que sólo mil 500 tuxpeños votaron por ese partido.

Debido a ello, resulta inexplicable el uso del logotipo del PRD por parte del candidato del PRI, Alberto Silva Ramos, quien aprovechó un problema interno entre los perredistas para vender la imagen de una desbandada en ese partido para impulsar la candidatura.

Adicto a los reflectores, Silva Ramos se presentó a una rueda de prensa y con la imagen del Sol Azteca de fondo, recibió la adhesión de los dirigentes perredistas de Tuxpan, Tamiahua y Cerro Azul, que no aceptan la candidatura de Mónica Servín Arellanes.

Ese hecho provocó la inconformidad de la Revolución Democrática, cuyo dirigente estatal, Rogelio Franco, se lanzó contra el abanderado priísta.

Entrevistado por Yamiri Rodríguez para Radio Capital, Franco Castán habló de su preocupación en el sentido de que no se viole la ley electoral en materia de gastos de campaña pero, sobre todo, dijo que los candidatos del PRI están acostumbrados a contender con dados cargados, violando las leyes y gastando dinero a carretadas

Sobre el caso concreto de Tuxpan, el dirigente estatal perredista habló de lo que resulta obvio: que el PRD no tiene coalición alguna con el PRI en Tuxpan ni en otro distrito del país; que la alianza es con el PT; y que recurrirá a la Comisión Nacional Jurisdiccional para expulsar a los dirigentes municipales del partido en Tuxpan, Roberto Capitán Dávila; Cerro Azul, Apuleyo Viniegra Orta; y Tamiahua, Porfirio Franco Lima, quienes realizan abierto proselitismo para favorecer a Silva Ramos, contra quien se enfocarían las baterías legales debido al uso del logotipo para favorecer su campaña.

En el PRD de Veracruz se acusa el uso de recursos públicos para allanar el camino al PRI en Tuxpan; señalan, en concreto, la contratación en la estructura de gobierno de Verónica Viniegra Orta, una de las precandidatas del Sol Azteca en el distrito 3. La mujer, hermana del dirigente perredista en Cerro Azul, despacha ahora en la dirección administrativa del Hospital Civil de Tuxpan. Esa situación despertó suspicacias en el PRD.

En Tuxpan, por cierto, se comenta que el candidato del tricolor habría intentado contratar los servicios de la actriz Maribel Guardia para aderezar el arranque de su campaña y que desde Xalapa le habrían alertado sobre el tema de la fiscalización del Instituto Nacional Electoral.

El PRD, por su parte, ahora enfrenta tres problemas en Tuxpan: el primero y fundamental es que prácticamente no existe en ese lugar; por otro lado, esas acusaciones resultan frágiles y es muy difícil que las puedan sostener y sustentar en tribunales; por si fuera poco, a la postura de los dirigentes municipales en Tuxpan, Cerro Azul y Tamiahua se habrían sumado los líderes perredistas de Tepetzintla, Martiniano Hernández, y Cazones, Arturo Juárez; además de Tomás Melo Santiago, regidor de Álamo.

Cierto que en las elecciones, los candidatos recurren a todo tipo de actos que les representen rentabilidad política; sin embargo, en el caso de Tuxpan, se duda que un partido con tan poca presencia local aporte algo al abanderado del PRI. Por otro lado, apostarle a la pulverización del PRD no parece una idea demasiado inteligente porque eso no necesariamente beneficiará al candidato priísta que, además, tampoco enfrenta a una oposición que espante. @luisromero85