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    Estela de luz

    Rodrigo Montoya Rivera

    Ideas

    Iba transitando con rumbo a Reforma, esto en la Ciudad de México Distrito Federal, la estela de luz monumento a la impunidad se ve chica en comparación de los edificios que la rodean. La figura que se construyó con la finalidad de conmemorar el bicentenario y centenario de la Independencia y la Revolución  respectivamente, francamente deja mucho que desear y para nada constituye una obra que haga honor a estas 2 fechas tan emblemáticas para nuestra nación.

    Construida entre el 2010 y 2011 y entregada por el Presidente en turno Felipe Calderón Hinojosa el 7 de enero de 2012, la famosa estela de luz presumida por la administración pasada, para nada llamó la atención de los ciudadanos mexicanos ni mucho menos de los habitantes capitalinos, tal vez porque la presencia de esta no constituye en lo absoluto un atractivo turístico ni cultural, tampoco pasaría nada si la quitan de donde está ubicada, más bien al pasar por ahí la gente se pregunta para que les sirve a los que vivimos en este país esa compilación de paneles –por cierto unos no al parecer inservibles- que solo costaron millones de pesos al erario público.

    La obra que originalmente debió haberse entregado en agosto de 2010 además de tardía, también sufrió modificaciones en su costo original, ya que en un principio el contrato hablaba de 200 millones de pesos por su edificación posteriormente se dijo que costaría 393 millones de pesos y después pasó a valer 1304 millones 917.7 mil pesos  como lo hace constar el economista en su sitio Web con fecha de 27/03/13.

    El elevado costo de la “magna obra” sin lugar a dudas es vergonzoso teniendo un país con tantas carencias en diferentes rubros, sin embargo es indignante el precio que tiene para los mexicanos el encender cada noche esta “suavicrema” gigante la cual por estar prendida  cuesta más o menos ¡15,000 pesos diarios! Esto para que se iluminen los 1704 paneles de cuarzo que conforman las placas de la impunidad que repito, no todas prenden.

    En el entendido de elegir a nuestros gobernantes basándonos en que son las personas más preparadas y capaces de administrar los recursos públicos, seguramente al igual que yo, usted amable lector debe hacerse varias preguntas, como por ejemplo ¿De dónde se tomó el recurso para la realización del objeto en mención? O mejor aún, con los recursos destinados a esta figura ¿Qué obras de gran calado social se habrían podido realizar de beneficio para la ciudadanía?
    Rehabilitación de redes carreteras por ejemplo, o miles de metros lineales de circuitos ínter colonias. También se hubieran podido atacar rubros tan importantes como el educativo, de salud o de vivienda.

    Reportajes y expertos en la materia comentan que con el dinero que se gastó (o que se dice que costó) en la estela de luz se pudo haber construido un hospital de alta especialidad con capacidad de 300 habitaciones y suministro suficiente de medicamento y camas.

    Otros por ejemplo dicen que con ese dinero hubiese sido posible construir cerca de 200 escuelas con capacidad de atender a 800 alumnos cada una lo que significaría un logro importante para la preparación de nuestras futuras generaciones.

    En materia de vivienda con los recursos públicos, es decir, del pueblo que se invirtieron, hubiesen podido financiarse en promedio cerca de 2070 departamentos para unidades habitacionales populares o 1293 casas de interés social.
    El tema ha dejado de sonar conforme el tiempo viene pasando sin embargo, debemos convocar a quienes nos interesamos por el desarrollo de nuestro país, a la rendición de cuentas de servidores públicos y a la eliminación de la memoria de corto plazo en nuestros compatriotas.
    Comentarios: rodrigomontoya91@gmail.com

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