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    Impunidad

    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

    En noviembre de 2010, el Instituto Tecnológico de Monterrey realizó un estudio que revelaba que el 98.5 por ciento de los delitos que se cometían en nuestro país quedaban impunes. Ese año, de los casi 7 millones 500 mil delitos cometidos en territorio nacional, sólo el uno por ciento terminaba en condena.

    La Encuesta de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) apuntó que durante 2013 se cometieron en México poco más de 33 millones de delitos; de ellos, sólo 6.2 por ciento se convirtió en averiguación previa. En 31 millones de ilícitos no hubo castigo para los responsables.

    El tema resurgió hace un par de días porque un estudio realizado por la Universidad de las Américas, en coordinación con el Consejo de Seguridad y Justicia de Puebla, ubicó al país como uno de los peores del mundo en materia de impunidad.

    En el Índice Global de Impunidad 2015, nuestro país fue colocado en el lugar 58 de 59 naciones. Los 5 peores de la lista fueron Rusia, Turquía, Colombia México y Filipinas, mientras que en los mejores lugares quedaron Croacia, Eslovenia, República Checa, Montenegro y Bulgaria.

    Las variables analizadas por la UDLAP se relacionan con el desempeño de los cuerpos policiacos, ministerios públicos, jueces, procuración de justicia y sistema penitenciario, denuncias y averiguaciones previas.

    El problema no sólo tiene que ver con la actuación de las corporaciones policiacas, los ministerios públicos, las dependencias responsables de la procuración de justicia y el poder judicial, sino, sobre todo, con la desconfianza de los mexicanos en las instituciones; a ello se debe que la mayoría de los delitos que se cometen en México ni siquiera se conviertan en denuncias.

    Por otro lado, en poco abona a la credibilidad y confianza de la población en las instituciones el hecho de que en muy pocos casos, las acusaciones contra funcionarios y ex funcionarios de gobierno terminan en castigo. Auditorías van y vienen y los responsables de malversaciones y desvíos de recursos se pasean con la tranquilidad de quien se sabe intocable. @luisromero85

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