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    Ranulfo Márquez Hernández

    Luis Alberto Romero

    Hora Cero

    Si los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) correspondientes a 2012 resultaron preocupantes para Veracruz, los números de 2014, dados a conocer este jueves, deben encender los focos rojos porque establecen que 500 mil veracruzanos que hace dos años no eran pobres, hoy enfrentan esa condición.

    Evidentemente, algo falla en Veracruz, porque el porcentaje de personas en pobreza pasó, en los últimos dos años, de 52.6 a 58 por ciento. El crecimiento, en ese sentido, se registra a un ritmo mucho más acelerado que el del ámbito nacional, donde las cifras pasaron de 45.5 a 46.2 por ciento. La diferencia radica en que mientras en todo el país el porcentaje de personas en pobreza extrema se redujo 0.3 puntos, en la entidad aumentó 2.9 por ciento.

    No todas las entidades están igual; de hecho, 24 estados lograron reducir el problema, mientras que en otros 8, la situación empeoró con relación a la medición de 2012.

    Los estados con peores números en cuanto al combate a la pobreza son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Michoacán, Tlaxcala y Veracruz.

    De los 55 millones 341 mil mexicanos en condición de pobreza, 4 millones 634 mil viven en Veracruz, que aumentó en casi 500 el número de personas en esa condición.

    En el combate a la pobreza extrema tampoco registra avance el estado de Veracruz, que pasó de 14.3 a 17.2 por ciento de sus habitantes en esa situación. Sólo Oaxaca tiene peores números que la entidad que gobierna Javier Duarte.

    Tomando como referencia los datos de 2012, hoy en Veracruz hay 250 mil personas más en pobreza extrema; son los pobres entre los pobres, los que no tienen alimento suficiente para subsistir.

    De hecho, más del 10 por ciento de los mexicanos en pobreza extrema sobreviven en esta entidad, donde el porcentaje de habitantes con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo pasó de 16.6 a 20.7 por ciento.

    Así, Veracruz se está convirtiendo en una entidad cuya economía no crece: lo peor es que la inversión productiva es limitada y la población está empobrecida.

    Hoy, de los casi 8 millones de veracruzanos, 2 millones 220 mil se encuentran en rezago educativo; casi 5 millones y medio enfrentan carencias por acceso a la seguridad social; 3 millones 200 mil no tienen todos los servicios básicos en sus viviendas; 2 millones 400 mil acusan carencias por acceso a la alimentación; y 2 millones 331 mil personas registran un ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo.

    Es la realidad de un estado que cuenta con 13 programas y acciones destinados al tema de la alimentación de sus habitantes pobres; 49 dirigidos al desarrollo económico; 60 enfocados a la educación; 55 a la salud; 10 al trabajo y 11 al mejoramiento de la vivienda. En total, entre los federales y estatales, hay instrumentados en Veracruz 241 programas que, al menos en teoría, buscan mejorar las condiciones de vida de los pobladores de la entidad.

    Gobiernos federales y estatales llegan y se van pero la realidad de la pobreza de más de la mitad de la población veracruzana permanece en un estado donde sólo durante el presente sexenio han desfilado cuatro secretarios de Desarrollo Social, Marcelo Montiel, Alberto Silva Ramos, Jorge Carvallo Delfín y Ranulfo Márquez Hernández, sin los resultados deseados. @luisromero85

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