Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política
Imaginemos por un momento que los legisladores locales y federales no tuvieran la prestación de cobertura de gastos médicos, que les permite disfrutar del privilegio de ser atendidos en los hospitales privados más exclusivos de nuestro país; prebenda que ha incluido cirugías plásticas y liposucciones como se ha ventilado. Si esto no fuera así, los “representantes” populares ya se hubieran preocupado y ocupado en legislar para evitar que la población sufra una catástrofe como la que se vive en Veracruz en materia de servicios de salud pública.
La entidad veracruzana se abate en una dolorosa tragedia, fatídica en materia de salud desde hace casi once años en que Fidel Herrera Beltrán asumió la gubernatura.
Negocios criminales, negligencia, desvío de recursos, corrupción e impunidad al interior de la Secretaría de Salud ha costado la vida a miles de veracruzanos.
Esto ha dado origen a que vayan en aumento las múltiples protestas por parte del personal que labora en la Secretaría de Salud en diversas áreas y regiones de nuestro estado. En cada una de estas se confirma una y otra vez las graves irregularidades e injusticias que se han venido cometiendo en perjuicio de la ciudadanía.
El paro estatal de trabajadores adheridos a la Sección 26 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, SNTSA, que realizaron la semana pasada, entre las exigencias en el pliego petitorio que presentaron en las unidades médicas de Coatzacoalcos destaca:
Falta de mantenimiento a las unidades en la infraestructura, a las instalaciones eléctricas e hidráulicas. Falta de insumos en las unidades como medicamentos, material de curación, mobiliario y equipo. El parque vehicular está obsoleto, sin mantenimiento y sin seguro de protección.
A esto cabe agregarle lo que anteriormente se ha denunciado; que los trabajadores de Vectores son obligados a utilizar plagucidas ya caducados para la erradicación de moscos transmisores de dengue y chikungunya
La clase política padece el síndrome de la indolencia, descrita como la ausencia de toda sensibilidad social; tiene dos formas formas extremas: la indiferencia y la inconsciencia. Lo que explica que se hayan rebasado todos los límites de corrupción e impunidad, como se ha demostrado en el caso más aterrador y lamentable que se ha difundido con toda amplitud con la adquisición y aplicación de falsos medicamentos de quimioterapia para combatir el cáncer, en el Centro Estatal de Cancerología, Cecan, en Xalapa, lo que ha originado la muerte de un sinnúmero de inocentes enfermos.
Como lo hemos comentado en esta columna, da enorme alegría conocer y enterarnos que en otras entidades se inauguran modernos e impecables hospitales de especialidades, específicos para mujeres o niños, que cuentan con equipo médico a la vanguardia de la tecnología. A la vez causa tristeza la realidad que se vive en Veracruz; el grave rezago y abandono en que se encuentra el sector Salud.
El clamor de la población es generalizado. Se vuelve a insistir, cualquiera que sea la razón: si la federación le perdió por completo la confianza a la etructura gobernamental estatal por la serie de irregularidades no solventadas, señaladas por la Auditoría Superior de la Federación, motivo por el cual tiene retenidos los recursos; o si la clase gobernante estatal ha hecho mal uso de los recursos por lo que no tiene disponibilidad para cubrir las gravísimas deficiencias en los servicios de Salud. Sea uno u otro caso, la federación debería intervenir, contemplar enviar a Veracruz de manera urgente un comisionado en Salud que se encarge de administrar los recursos y termine de una vez por todas con la anarquía y el desastre que están padeciendo los veracruzanos en una área de alta prioridad.
DESCANSE en paz don Luis Espinosa Gorozpe, hombre íntegro que deja huella en Veracruz.
rvazquez002@yahoo.com.mx
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