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    Javier Duarte Karime Macias
    Claudia Constantino

    Crónicas Urgentes

    En un estado tan golpeado como Veracruz: por la delincuencia, en su economía, en la credibilidad de la clase política, no es extraño ver una reacción como la que ha desatado en la sociedad la difusión del video donde una madre desesperada, increpa al gobernador Javier Duarte de Ochoa mientras caminaba al lado de su esposa en Orizaba.

    El hecho se dio a conocer por el más importante diario local, y rápidamente se hizo viral en las redes: más de un millón de personas han visto cómo el gobernador de Veracruz sigue caminando, tratando de evadir los reclamos de la Señora Alejandra Salcedo, madre de la joven Fernanda Rubí Salcedo Jiménez desaparecida hace tres años y dos meses, como acusó en ese momento.

    La sonrisa del mandatario y su esposa, exacerbaron aún más a la infortunada madre, al punto que les retó “ríase, ríase. Que no le toque a su familia, porque el día que le toque…” Pero parece que han aleccionado demasiado al Señor Gobernador y a su esposa acerca de la sonrisa.

    Tal vez sus asesores y mercadólogos políticos, esos que les cobran por hora y en euros y viajan en primera clase cada vez que vienen a verlos, les han dicho que la sonrisa te hace parecer más confiable, teoría que sostiene Marc Mehu en su estudio sobre el comportamiento humano. Tal vez les hayan recomendado sonreír por indulgencia. Cuando la gente hace cosas malas suele sonreír si son atrapadas. ¿Es esto benéfico? Según un estudio conducido por LaFrance y Hecht (1995), podría ser. Somos más indulgentes con aquellos que han roto las reglas si sonríen después de hacerlo. No importa si la sonrisa es falsa, una sonrisa miserable o una verdadera, todas funcionan para que no seamos tan duros con el transgresor. Esto parece funcionar porque encontramos a aquellas personas que sonríen, después de hacer algo malo, más confiables que aquellas que no lo hacen.

    Es posible también que Javier Duarte y su esposa sonrían tanto en toda situación, como consta en un sin fin de fotografías porque también sirve para recuperarse de los errores sociales; como cuando olvidas el aniversario de bodas o el cumpleaños de tu madre. Desde luego que tratándose de un gobernador y su primera dama, las omisiones son más graves. Pero teóricamente igual podría funcionar para sacarte de esos errores sociales (Keltner & Buswell, 1997). La sonrisa de vergüenza incluye mirar hacia abajo y a veces emitir una risita tonta. Esto está diseñado para producir empatía en los otros, los haga pensar menos en el error y te perdonen más rápido.

    Pensándolo bien, puede ser que el Señor Gobernador haya sonreído tanto el viernes pasado al verse cuestionado por la madre de la joven desaparecida, haciendo caso a sus muchos asesores cuando le dijeron que la sonrisa es símbolo de empatía, una manera de decirle al otro (corporalmente) “no te sientas mal”. Pero claro, en ese caso se hubiera detenido a escuchar atentamente a la Señora en lugar de apoyarse en su anfitrión para que lo rescatara de la incómoda situación.

    Sonreír es una de las formas más efectivas para reducir el estrés que causan distintas situaciones. Los psicólogos lo llaman “hipótesis de la respuesta facial”. Incluso una sonrisa forzada, cuando no tenemos ganas de sonreír, es suficiente para mejorar el ánimo ligeramente; así que tal vez, estaba soltando tensión el Señor Gobernador y su esposa, entrenados por los mismos doctos asesores.

    Sonreír frente a malas situaciones, dicen los que saben, puede funcionar, pero los demás no lo ven bien. Cuando el psicológo Ansfield (2007) hizo ver a participantes de un estudio, videos estresantes, aquellos que sonrieron se sintieron mejor que aquellos que no lo hicieron. Pero los que sonrieron fueron juzgados como “desagradables” por los otros.

    Si estamos nerviosos nuestra atención tiende a nublarse. Dejamos de percibir lo que ocurre a nuestro alrededor y sólo vemos lo que está frente a nosotros. Esto es cierto tanto metafórica como literalmente: cuando nuestros nervios se estresan somos menos capaces de pensar en cosas que estén al límite de nuestro razonamiento. Pero para ser más perspicaces frente a un problema, a menudo necesitamos estas ideas periféricas.

    Sonreír nos hace sentir mejor, lo que incrementa nuestra flexibilidad de atención y nuestra habilidad para pensar de manera holística. Cuando esta idea fue probada por Johnson (2010), los resultados mostraron que los participantes que sonrieron lo hicieron mejor en tareas de atención que requerían pensar en todo el panorama. Así que una sonrisa puede realmente ayudarte a mejorar tu inteligencia.

    La Señora Karime Macías de Duarte, tal vez no es una mujer insensible incapaz de conectarse con el dolor de otra madre como ella, ante la pérdida de su amada hija, sino que tan sólo puso en práctica el viernes pasado, todo el conocimiento que sobre la sonrisa ha adquirido en estos cinco años del gobierno de su esposo.

    Por lo que toca al gobernador, lo que se ve en el video, es que está muy familiarizado con el uso de la sonrisa como canal de comunicación con los veracruzanos por los que a diario se empeña en servir. Sólo que todo se le sale de control porque le andan mandando señoras enojadas, que no supieron cuidar a sus hijas, pero como todo servidor público que se respete, además de conocer el manejo de la ira, dijo que ya instruyó al fiscal para que atienda a la Señora Alejandra, faltaba más.

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    aerodita_constantino@hotmail.es

    Twitter: @aerodita

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