Crisis, también de ideología política

Ricardo Vázquez Salazar
Esfera Política

Hoy en día en nuestro país es prácticamente imposible distinguir a un actor político de derecha, izquierda o centro. En su conducción, estilo de vida, estatus económico y en su desempeño como “servidores públicos” vienen siendo lo mismo. Los caracteriza la ambición desmedida que los pierde por completo, es un común denominador, en la inmensa mayoría.
El proceso electoral en curso, en Veracruz pasará a la historia como el más plagado de deslealtades y traiciones de actores políticos, de todos los niveles, pertenecientes a cualquier corriente política. Evidente en jóvenes y de mediana edad; los que pasaron de lo verde a lo podrido.
La ideología política quedó también sepultada en una de tantas fosas clandestinas que se localizan en Veracruz. Los principios y los valores de esta pertenecen al pasado. Lo que mueve a la clase política es el simple interés personal, o de grupo.
Inquietan demasiado a la población la violencia e inseguridad que no cesan; Veracruz se sigue tiñendo de rojo. La gravedad de las deficiencias en el sector Salud es alarmante. Este miércoles, madres de niños enfermos de cáncer se vuelven a manifestar en las puertas del Hospital Regional de Veracruz, para protestar por el desabasto de medicamentos y la falta de personal médico. Familiares de los pacientes denunciaron que únicamente hay dos oncólogos para atender a 130 niños, en un hospital viejo e insuficiente, construido hace 63 años, en la zona metropolitana más poblada de la entidad.
Los veracruzanos continúan sufriendo en tres áreas que deberían representar una prioridad de atención para la ciudadanía: Seguridad, Salud y Educación, es de lo que más adolecen los de a pie, los que no presencian debates por internet, los que no leen periódicos virtuales ni impresos, mucho menos leen columnas. Estos, que conforman el mayor número de votantes, son los que van a decidir quién será el próximo gobernador de Veracruz.
Acuerdos en lo oscurito, acato de instrucciones absurdas, movilidad en doble sentido a conveniencia: son factores que están enturbiando las elecciones. Tienen el sello de la casa, como si se estuvieran operando desde las tinieblas.
Muy a pesar de cinco contra uno, los pronósticos no dejan de vislumbrarse inciertos. Los lastres de la “fidelidad” y la “prosperidad”, cada día que transcurren cobran mayor peso.
Existen distritos electorales en que supuestos operadores -legisladores y/o autoridades locales- le apuestan y trabajan por los dos contendientes más fuertes, por los dos Yunes: Héctor, el rojo, y el azul, Miguel Ángel. La ciudadanía tiene bien identificada esta situación en Tuxpan, Poza Rica, Xalapa Rural, Misantla y Coatzacoalcos, entre otros.
Afirman que hay quienes dicen pertenecer al bloque de Héctor, que no están trabajando en estas regiones; o sí están trabajando, pero en favor de Miguel. Los que sí están haciendo su chamba en favor de Héctor son los del equipo de Pepe Yunes. El senador Yunes Zorrilla tiene presente que debe hacer todo lo posible por cubrir los vacíos y neutralizar felonías; es la única manera de tener posibilidades de contender y poder cumplir su sueño para el 2018. Pepe Yunes está consciente que ya se la hicieron una vez y no está dispuesto a que se la repitan.
Los de camiseta roja traen puesta debajo la azul. Los de camiseta azul traen debajo la roja; o incluso traen el estampado del pejelagarto. Ambos contrincantes lo saben, no son novatos ni improvisados en política.
Héctor y Miguel conocen quienes son “fieles” y quienes realmente les son leales.
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