Destacado

     

    Notas periódicos

    Arturo Reyes González
    Burladero

    En el año de 2009, Marco Lara Klahr y Francesc Barata lanzaron su libro “Nota[N] Roja”, la vibrante historia de un género y una nueva manera de informar, en el que entre otros temas se constituyó en una guía mínima para periodistas de seguridad pública y justicia.
    En él se conceptualizan temas como absolución, acusación penal, daño moral, querella, menores infractores, se aclaran y desarrollan temas de periodismo como autorregulación, cláusula de conciencia, derecho a la réplica, noticiabilidad, verificación de la información, etcétera. El titulo siempre me llamó la atención, en lo personal en pocas palabras me significa mucho y sirve de entrada para desarrollar el siguiente tema.
    En Xalapa, el pasado 7 de abril el consultor internacional en desarrollo de productos turísticos, el español Víctor Sixto, rodeado por una decena de compañeros reporteros que acudieron a cubrir un Foro de Turismo y tomaban su declaración les dijo literalmente “en su cara”, palabras más palabras menos, que deben de tomar conciencia del daño que le hacen a su estado a través de la difusión de la nota roja de la manera en que a la fecha se ha planteado.
    Ante las caras de asombro de quienes sostenían sus grabadoras en la cara de Víctor, de manera textual les decía y ponía como ejemplo, “mis amistades y personas que conozco no quieren venir a Veracruz por las noticias que están viendo y leyendo relacionadas con hechos de violencia, lo que sin duda está dañando la imagen de la entidad a nivel nacional e incluso internacional con sus respectivas consecuencias”, y fue más allá al señalar que “ustedes tienen que entrarle al tema por la corresponsabilidad que conllevan”.
    Incluso agregó que producto de la falta de información en la materia, otros estados como Michoacán y Guerrero han cuidado así suceda, esto es, que se han ocupado de intervenir para limitar su promoción, son mejor vistos que Veracruz a pesar de que en su opinión personal están mucho peor que nuestro bello estado.

    El frijolito en el país
    Lo anterior deja en claro que somos noticia a todos los niveles pero totalmente negativa. Un familiar cercano que estudia en la ciudad de Monterrey me lo ha confirmado, tiene una clase en la universidad en la que el maestro responsable les ha pedido que al iniciar la clase comenten una noticia. Veracruz y su violencia y corrupción han ocupado los primeros lugares: ejecuciones, violaciones e impunidad (caso los porkys) y otra vez corrupción, expuestos por jóvenes originarios de Los Cabos, Mazatlán, Saltillo, Durango, Nuevo León y hasta de Tamaulipas.
    ¿Alguien cree que esos jóvenes quieren venir de visita a Veracruz? Los intentos de mi familiar han sido vanos, declinan cualquier invitación. La guerra de lodo de las campañas políticas aporta su grano o mejor dicho su camionada de arena: pederastia, violencia, traiciones, desvío de recursos, ¿le falta algo más a Veracruz para enterrar su imagen?
    Son hechos reales, suceden, ahí están, sí, los medios sólo cumplen con su función, papel y responsabilidad social; no son los culpables, pero debemos de revisar la manera en que estamos presentando los hechos, haciendo conciencia de lo que al final se está proyectando al mundo y cómo nos puede afectar como entidad.

    A lo anterior sumo de manera destacada y triste a jóvenes xalapeños de origen que conozco y que están por distintas circunstancias fuera de la entidad y en algunos casos fuera del país, llorando y lamentándose en sus redes sociales lo que pasa en “su Xalapa y su adorado Veracruz”, expresando un natural y legítimo “dolor” por lo que su “amada y hermosa” ciudad padece. Al leer todo lo que ponen casi los imagino llorando por sus paisanos lo cual contrasta totalmente con el hecho de que cuando vivieron en Xalapa jamás hicieron algo por su ciudad o estado. Lo afirmo porque los conozco muy bien, incluso pudieron ser los protagonistas de alguna riña grabada y subida a youtube, por decir lo menos entre tanto desfiguro. Ojala hayan cambiado y mejor piensen en cómo ayudar y no en sólo lamentarse.
    Triste, realmente desconsolada, una amistad que es operadora turística y promotora de las bellezas naturales de Veracruz, me comparte: “me están cancelando viajes que tenía programados con meses de anticipación para grupos de jóvenes que venían de graduación del norte y centro del país; estoy por despedir a mis empleados, se van a ir a otros estados a donde sí hay trabajo… nadie quiere venir a Veracruz, nos está pegando muy duro el tema de la inseguridad y la violencia”. Algo se tiene que hacer, no vamos a tardar y cada vez nos va a costar más dinero y más trabajo recuperarnos de lo que estamos viviendo y del daño que nos estamos haciendo.

    Hacer Comentario