Elena Córdova
Luna Nueva
A estas alturas, la historia es más que reconocida. Se trató de joven que conducía un automóvil de lujo (de la marca Audi) quien golpeó a un ciclista que circulaba correctamente sobre el carril exclusivo para ello, sobre la avenida Félix Cuevas, en la delegación Benito Juárez de la ciudad de México, y al intentar ser detenido, agredió verbal y físicamente, con actitud prepotente y humillante, a un ejemplar policía capitalino –que acudió en apoyo a la víctima– y minutos después se dio a la fuga cobardemente. Ahora y espero que, para siempre, se le reconozca en todos lados, manera de escarnio público, como #LordAudi.
Gracias a las redes sociales, a los teléfonos celulares y otros mecanismos tecnológicos muy útiles para el caso, es como hemos podido saber y conocer de las archivillanas y archivillanos favoritos de los cibernautas y público en general de tales personajes como: #LadySenadora, #LadyProfeco, #LadyPolanco, #Lady100pesos, #LordPalo, #LadyPioja, #LadyLet, #LadyTaxi, #LadyCajero, #LadyBrujería, #LadyEscoba, #LadyReportera, #LadyMulta, #LordFerrari… y muchos otros que integran la fauna social y que por mala suerte no han sido exhibidos públicamente.
Pero quiénes son estas personas, estos hombres y mujeres. Por qué tienen esta actitud prepotente e insensible hacia sus semejantes. Por qué se sienten diferentes a los demás ciudadanos… No se sabe con exactitud. Lo que sí es bien cierto, es que no sólo es una cuestión de nivel socioeconómico o poder, influencias y contrario a lo que se piensa, no son exclusivos de un solo ambiente social; nacen, surgen y viven en todos los contextos y niveles, como tampoco son privativos de los más pudientes, ni mucho menos tiene que ver con el nivel académico. Y ni qué decir en el ambiente político. Creo que es donde mejor se desenvuelven a sus anchas. También debemos citarlo: siempre han existido sólo que ahora es más fácil balconearlos.
De la etiqueta de #Ladys y #Lords, no hay mejor explicación que ésta: “El nombre parte de un prejuicio social o de un resentimiento de clase. El hecho de que las llamen ‘Ladys’ o ‘Lords’, es porque las asocian a personas de clase alta con mucho poder y le da un toque irónico”, excelente descripción citada por Mariluz Garay, profesora de Comunicación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con investigaciones en redes sociales.
“Es México, wey ¿captas?” Es la frase que no se puede olvidar, porque me recuerda precisamente a ese México, al país que ya no debe ser. Un territorio y gobierno que debe cerrar el paso a la impunidad, la corrupción, los excesos, a las complicidades y que este tipo de actos, no se sigan viendo como algo divertido o peor, como algo “normal” por los mexicanos. La nación requiere de mejores ciudadanos conscientes de que somos una comunidad y que en ella, se encuentran ciudadanos ejemplares, héroes anónimos que respetan, que sí cumplen, acatan las leyes, procuran conducirse con rectitud y honradez en el ejercicio del poder público, en el caso de los funcionarios de gobierno.
Muchos somos los que estamos construyendo, desde nuestra modesta trinchera y con vocación de servicio, trabajando con espíritu institucional al servicio de la comunidad para edificar una nación más igualitaria, más justa, para beneficio de los ciudadanos responsables; los que sí cumplen con su papel cívico y quieren cambiar las cosas de raíz. No permitamos que las “Ladys” ni los “Lords” interrumpan nuestro propósito, ni que se crucen en nuestro camino…pero por si las dudas, tengamos siempre listo el celular grabémoslos, subamos a las redes sociales y compartamos.
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