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    Sergio Alejandro Villa

    De Grillos y Grillas

    Esta vez fue un desayuno mañanero, ahí, los cuatro buenos e inseparables amigos compartían fraternalmente y gustosamente su tiempo. Inevitable, que, después de correrse la cortesía de preguntar por la familia, estado de salud y desayunar, viene el tema que más los convoca, el que siempre los hace exudar endorfinas y que impulsa sus emociones a salir a flote: el político. Cual jugadores de póker, cada quien tiene su juego, su mano…

    CIUDADANO: ¡Vieron lo del gobernador! fue a denunciar a Miguel Ángel Yunes a la Fiscalía acompañado de varios de sus colaboradores, diputados y pocos alcaldes. No eran muchos. Ni siquiera fueron los que firmaron el desplegado que creo fueron 112 alcaldes o algo así… dónde estaban, ¿por qué no fueron los demás? ¡qué pasó!

    PERIODISTA: Ay hermano, ¡te hace falta ver más bax! como dice el comercial. Cómo se ve que no lees, no ves la prensa. ¡Claro que no va a ir todos! No es raro, es normal. Recuerda que después de que sale un desplegado muchos pinches alcaldes se desmarcaron y otros cabrones, de plano, acusan que los ponen sin su permiso ¡Mi brother! Fueron los que tenían que ir… nada más.

    POLITICO: “Si un hombre en el poder da la medida de su verdadera personalidad, al abandonarlo demuestra con exactitud sus dimensiones”, lo escribió Carlos Loret de Mola, no el nieto sino el abuelo, que fue un gran periodista, excelente escritor y mejor gobernador de Yucatán…

    EMPRESARIO: ¡Ay weeey! Ya salió el erudito, el mero grillo ilustrado. Yo a los que sí vi, fue a los que sí se beneficiaron cañón con el billete. Los que han sido señalados como los saqueadores del erario: Mota, Spinoso, Tarek, Carvallo, Erick, Harry…

    CIUDADANO: Entonces los demás son malagradecidos, ingratos, o qué… por qué abandonan a su gran amigo, que los benefició, los ayudó cuando estaba “en la pinche plenitud del poder”. Cómo se justifica esto, es vil traición ¿o no?

    POLITICO: ¡Mira éste y eso que no sabe de política, bien que se aprendió la frase legendaria del Tío Fide. ¡Ay, mi hermano! Hay cosas que la política no compra, y una de ellas es la lealtad absoluta, eterna. Maquiavelo dice “La traición, en este caso, política, es el único acto de los hombres que no se justifica”. Así de simple. También tiene que ver con los tiempos, mi querido amigo, si bien es cierto que la traición política tiene un costo, la posible venganza del gobernador y sus secuaces ya no es muy viable, menos para los alcaldes de oposición. Ya se va. Y a los presidentes les sobra más de año y medio con todo lo que ello implica…

    EMPRESARIO: Así es. A mi juicio, los alcaldes entre las muchas broncas que tienen, sobresale la falta de recursos para trabajar, no tienen cash… y eso solo se los puede dar o negociar el que viene, así que para demostrar que ya se desligaron, hacen esto, no van. Sin más pedo. No le busquen chichis a las gallinas.

    POLITICO: ¡Muerto el Rey, Viva el Rey! Incluso Miguel Ángel Yunes ya lo dijo, que muchos alcaldes priistas le hablan para disculparse por no acompañarlo a sus eventos porque los tienen amenazados. No es raro, además de cierto. Como también muchos alcaldes por debajo del agua ya le dieron su corazoncito al Miyuli…

    CIUDADANO: Siempre que oigo eso, pregunto ¿Y por qué no denuncian a quien los amenaza? Seguro tiene nombre y apellido ¡Que lo exhiban públicamente!

    PERIODISTA: ¡Uta madre! eso sí que me gustaría verlo. En mis años de periodista, ¡Nunca he visto –que no es lo mismo que no lo sepa– de alcaldes en Veracruz dispuestos a denunciar públicamente las presiones que reciben de arriba! ¡Eso sí que está cabrón! Tal vez aguantan vara pensando en el futuro, su futuro político. Si lo hacen, su imagen ante su pueblo y los demás políticos no se vería bien… es lo único que se me ocurre. Serían rajones, chismosos…

    POLITICO: Las presiones políticas, los llamados de “arriba” es algo normal ¡Algo de cajón en la grilla! Las amenazas son otro nivel, el último recurso cuando ya no sirve el convencimiento, la persuasión incluso la intimidación velada. Y también depende de quién te la envía, quién te la hace llegar. O sea, de acuerdo al nivel del amenazador, el mensajero, es como viene la cosa…

    PERIODISTA: ¡Ah, es lo que llaman señales o mensajes! ¿O no? ¡Cómo lo que dicen de Peña a Duarte…! ¡O qué madres!

    POLITICO: Te repito, según el mensajero es el nivel o gravedad del asunto… y según me confiesan varios alcaldes amigos míos, los amenazan hasta con echarles el Orfis y la fiscalía. Están como enloquecidos, muy desesperados los de acá “arriba”.

    CIUDADANO: ¡Y los de abajo, que ya estamos hasta la madre! Esperemos que este mensaje en las urnas del cinco de junio, no lo olviden los que vienen. La gente ya no puede más, está cansada de tanto desmadre ¡No hay chamba, el dinero anda escaso… todo sube, la luz, la gasolina menos el salario!

    EMPRESARIO: Por lo mientras, muchos empresarios no vamos a pagar el famoso impuesto del tres por ciento ¡que lo pague su shingada abuela! Y si lo pagamos será hasta el primero de diciembre, como dijo Toño Chedraui. ¡No somos pocos, somos 10 mil pelados! Y esto no es ingratitud, solo damos lo que recibimos. Muchos le entramos con la coperacha en varios temas extraoficiales con el Gobernador y sus gatos, los Secretarios, a cambio de qué, nos traen vuelta y vuelta con el secretario de Sefiplan…

    PERIODISTA: El secretario sólo hace lo que le piden. Si supieras cuántos secretarios quieren tirar el arpa, pero son, aunque no lo creas institucionales. Y a otros, acá entre nos, los presionaron para que aceptaran la dependencia casi a webo. Todos, todos sin excepción, andan bien jodidos con el próximo cierre, ni cuadrar van a poder…

    POLITICO: ¡Amigos míos, hermanitos…no se vaya a romper el calzón! Lo cierto es que analizando, son varios factores: la ingratitud primero, si gustan. La oportunidad política, la venganza, el deslinde no sólo de los alcaldes, sino de su propio partido y sus cuates, además de sus enemigos políticos que no son pocos pueden formar parte de la lista. Aunque, basado en mi experiencia diría que, así como Javier nunca estuvo preparado para ser, mucho menos supo cómo llegaría el día en que ya no fuera. Se le olvidó que el cargo, no el poder, tiene fecha de caducidad. Desde el inicio de su mandato fabricó su propia realidad y la vivió tal cual. Ahora, elude, como un principio elemental de supervivencia, su inevitable muerte política, misma que ya tiene meses que sucedió. Y no me refiero a un preciso término del mandato constitucional –repito– sino al poder real, absoluto que le dan no sólo las instituciones sino, como dijera Jorge “la carpizona” McGregor, los “poderes metaconstitucionales” que le explican las “facultades metaconstitucionales” útiles para explicar la supremacía del gobernador sobre los poderes legislativo y el judicial. Duarte cree y siente que influye, y peor, aún vive su utopía inspirada en un mito que muchos le ayudaron, perversamente, a construir como el llamado “Duartismo”.

    Los cuatro amigos, el periodista, el empresario, el político y el ciudadano guardaron un breve y compasivo silencio –tanto que se oían los murmullos de las voces de los demás comensales– impactados por la precisión y contundencia del argumento expuesto por su amigo el político.

    Tal vez recrando el drama íntimo y, quizá, en un atrevido pensamiento, sintiendo un raro escalofrío recorrer su cuerpo, cuando todos se imaginan a Javier Duarte cayendo al vacío…

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