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    Naldy Rodríguez

    Transparencia 3.0

    De repente un dolor invade tu cuerpo, especialmente en las articulaciones de manos, pies y piernas. Lo que le sigue es un dolor de cabeza insoportable, sientes que se te abre, como si te dieran de martillazos.

    Al otro día amaneces con los ojos rojos y dolor detrás de las cuencas, ardor en la garganta y algo de tos…¿Te resultan conocidos estos síntomas?

    Algo tan cotidiano ya, como escribir en el celular, resulta molesto porque los huesitos de los dedos de la mano, falanges y metacarpos, duelen como si te hubieras peleado con la pared y acomodado dos o tres puñetazos. Y hasta sentarse y levantarse, resulta un calvario.

    Sí, estoy hablando de los síntomas del zika, esa enfermedad que se ha convertido en los últimos días en el azote de muchos veracruzanos y que pone al estado a la cabeza de las estadísticas de vectores en el país por el alto número de casos confirmados y censados.

    En los casos más leves, los pacientes no manifiestan temperatura ni el dolor de cabeza insoportable, pero sí una fuerte erupción en la piel, granitos rojos, tipo sarampión o sarpullido. Lo peor es que con todo y síntomas no los incapacitan, por lo que deben seguir laborando bajo las molestias constantes.

    Medio Veracruz tiene Zika y no es una exageración: mi familia, amigos, los amigos de mis amigos lo padecen o estuvieron en cama hace algunos días. Coinciden en sus efectos, pero especialmente en que se sienten cansados, fatigados y hartos después de tres o cuatro días de sintomatología.

    Si tienes familia o amigos en los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos estoy segura que conoces a dos o tres personas infectadas por el mosco transmisor de este virus que ha motivado la primera declaración de emergencia sanitaria global en 2016 por parte de la OMS.

    La Secretaría de Salud Federal reconoce que sólo en una semana, la última contabilizada en el seguimiento de vigilancia epidemiológica, se registraron 173 casos en el estado, la cifra más alta del país. Esos fueron los que llegaron al sector salud del 28 de agosto al 3 de septiembre. Seguramente en la actualización, el dato será más elevada. Eso sin contar el subregistro de casos.

    En el acumulado del año, Veracruz registra 142 varones y 538 mujeres infectadas; mientras el mosco se propaga ante la inacción de las autoridades. Como en otros ámbitos, pareciera que no hay gobierno que pueda atender la demanda de trabajadores del Sector Salud que deberían estar fumigando y acabado con el mosquito Aedes aegypti, pero se encuentran de brazos caídos por la falta de pago de lo elemental: su salario.

    Tan sólo en los 14 municipios que comprenden la jurisdicción de Veracruz, han dejado de laborar al menos 200 vectores, que visitan unas 100 casas diarias, de las cuales ingresan a fumigar 35. Si hacemos cuentas son 7 mil viviendas que requerirían una intervención para evitar la propagación del zika, chikungunya y dengue. “Nada se está haciendo”, reconoce el delegado Sindical de la sección 70 Veracruz, Rafael Flores Camarero.

    La mayoría de las víctimas no confirma el diagnóstico con las pruebas necesarias de sangre y sólo mitigan el dolor con un poco de paracetamol, Complejo B y la receta casera de agua de limón con bicarbonato…“Los ojos no los aguantas, yo sentía que se me iban a salir de las órbitas”, relata uno de los enfermos.

    Connivencia: omisión y complicidad

    Connivencia es la tolerancia por parte de un superior de las transgresiones que cometen sus subordinados contra las reglas o las leyes bajo las cuales viven. Justo eso es lo que parece que ocurre en la zona de Las Ánimas, donde las vialidades están colapsadas, los espacios para estacionamientos son inexistentes, los comercios y edificios se reproducen como gremlins y la mayoría con irregularidades. Y nadie quiere poner ni entrar en el orden.

    Un caso ejemplar es el super de una conocida cadena que se construye en la privada Campo Nuevo (a un costado de la iglesia San Pío X), una obra clausurada por las autoridades y cubierta con bolsas de plástico negras, donde los trabajadores entran y salen a escondidas, y avanzan en su edificación por la noche.

    Pero un grupo de vecinos organizados, ya los sorprendieron y los tienen grabados…Resulta gracioso ver cómo salen de las bolsas a hurtadillas de no ser porque violentan la ley.

    Son los primeros habitantes de los fraccionamientos de esta zona como Inmecafé, Indeco Ánimas y Circuito de Las Flores los que se han organizado para defender su terruño, conformando un modelo ciudadano ejemplar. No sólo buscan el buen funcionamiento de su entorno, sino que implementan acciones e invierten recursos para lograrlo. Son ellos los que contrataron 10 vigilantes y dos jardineros y se reúnen constantemente para limpiar, pintar y rehabilitar los espacios comunes.

    A pesar del esfuerzo, el desorden avanza. Ya en Monte Novo, un fraccionamiento de clase media-alta en Xalapa y de más reciente creación, empiezan a violentar el reglamento…en calle Carrara, esquina Imola, construyen una bodega a todo vapor cuando el permiso para uso de suelo es solo habitacional. Los vecinos lo denunciaron y la autoridad acudió, pero cuando llegan a supervisar no hay nadie y apenas se dan la vuelta aparecen los trabajadores levantando paredes.

    Aledaño a las Ánimas, esta zona se ha convertido en una ruta de escape cuando Lázaro Cárdenas se satura o la bloquean. Ahí ya se han instalado tres pequeñas plazas comerciales, al menos con estacionamientos, pero ya empiezan a ubicarse otros establecimientos independientes.

    Estoy a favor de la participación y organización ciudadana, por lo que veo las acciones de la Asociación de Vecinos del Fraccionamiento Popular Ánimas (AVFPA),

    como una luz en la obscuridad. Lo bueno es que sus integrantes ya advirtieron que no se cansarán de luchar por el cumplimiento de la ley.

    Twitter @ydlan

    Transparencia3.0@hotmail.com

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