Estela Casados González
De cara a 2017, a las ciudadanas veracruzanas nos ha quedado claro que a la nueva administración gubernamental poco o nada le interesa los derechos de más de la mitad de la población de la entidad: las mujeres. Dos han sido los ejemplos claros que durante diciembre han dado testimonio de ello.
Uno: la semana previa a la toma de posesión del titular del Ejecutivo Estatal, el Gobierno Federal declaró la Alerta de Violencia de Género para el estado de Veracruz. A la fecha no se ha concretado medida alguna; ni aquellas que no requieren de presupuesto. Por ejemplo, publicar y divulgar en medios de comunicación y lugares estratégicos qué es la Alerta de Género para que la población esté enterada.
Radio Televisión de Veracruz, de cobertura estatal, es el instrumento ideal que permitiría cumplir con esta medida de seguridad. El amplio espectro de la radio y televisión de los veracruzanos (y de las veracruzanas también, por supuesto) permitiría allegar esta información a la población de los 11 municipios en donde se realizó la Declaratoria y, de paso, enterar a los 101 municipios restantes sobre la Alerta.
En el entendido de que uno de los ejes rectores de la administración actual de la Universidad Veracruzana (UV) es la igualdad de género, Televisión Universitaria y Radio UV serían sin duda excelentes herramientas de colaboración para este fin.
Sin embargo, para que las cosas sucedan hay que entender en su justa dimensión la crisis humanitaria que vive Veracruz. Los feminicidios y el incremento de los mismos representan la normalización con la que el Estado y la población observan la violencia contra las niñas y mujeres.
Una acción que bien podría realizarse con un presupuesto modesto y la coordinación decidida de autoridades y comunicadoras con perspectiva de género de la sociedad civil, al parecer tendrá que esperar para “mejor ocasión”.
Dos: aunque las autoridades estatales lo nieguen, al más puro estilo de los gobiernos priistas que tanto daño le han hecho al país, el ahora gobierno de transición está despidiendo de manera masiva al funcionariado que durante las últimas dos décadas laboró en las instancias estatales. Todos y todas reciben el calificativo de aviadores, fidelistas, duartistas y parásitos del erario público.
En el afán de finiquitar la relación laboral con quienes trabajaron en administraciones pasadas, no se realiza un diagnóstico estratégico del funcionariado, su desempeño, capacidades y el papel clave que cumplen en el funcionamiento de las instancias donde trabajan.
Prevalecen las prácticas corruptas al despedir a personal calificado para ingresar a la nómina estatal a gente que no le interesa y no sabe sobre el tema en el que va a trabajar. Salvo honrosas excepciones, esa ha sido la constante.
La ley ordena a los patrones que paguen aguinaldo a más tardar el 20 de diciembre. Las trabajadoras y trabajadores de la función pública llevan más de un me sin cobrar. De su aguinaldo no tienen noticia alguna. Esta situación, además de ser grave, es ilegal.
Otro botón de ejemplo, el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM). Una plantilla de 50 personas, en su mayoría mujeres, están siendo víctimas de despidos disfrazados de renuncias. Con antigüedades que van de los 10 a los 15 años, las están echando a la calle sin importar su nivel de experticia. Capacitadas a través de los años a partir de recursos públicos, es paradójico que ahora se les invite a renunciar. Es época de austeridad, de crisis financiera ¿y de contratar a nuevo personal para que se le tenga que capacitar nuevamente con recursos que no se tienen? Sino fuera ilógico, diría que es una práctica corrupta.
La encargada de oficina del IVM y el personal administrativo masculino que arribó junto con ella, están desmantelando al Instituto, no solo al despedir a las trabajadoras y exigirles que renuncien a su antigüedad si quieren aspirar a un nuevo contrato. Están desapareciendo áreas de esa instancia para poder despedir al personal que les plazca y contratar a quien lleven gusto sumar a la nómina.
Se convoca a la Junta de Gobierno del IVM para nombrar a personal que comete errores garrafales en cuestión de días para nombrar a otros que van por el mismo camino; para legitimar la reingeniería (nada) estratégica que pretenden echar a andar. ¡Inaudito!
Ha sido muy dura la decepción en este primer mes del nuevo gobierno. Los pronósticos no son alentadores. La situación promete ponerse peor. Reitero: estamos ante la peor crisis económica y humanitaria de los últimos tiempos y no hemos tocado fondo.
He observado la reacción de la población tanto en la calle como en las redes sociales. Opiniones que reflejan profunda indignación o que naturalizan la corrupción que se exhibe en los despidos ilegales. Lo cierto es que la ciudadanía debe actuar, de no hacerlo deberá esperar pacientemente a que vengan también por ellas y ellos en detrimento de sus derechos laborales, económicos y políticos.
Mujeres Que Saben Latín desea que 2017 sea un año en que tu fuerza y entereza constituyan las mejores herramientas para caminar decididamente a través de las próximas 52 semanas.
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